El LXII Trofeo Carranza ya tiene finalistas para este sábado. El viernes se disputaban las dos semifinales marcadas por el odioso viento de levante. El equipo anfitrión, con fe, superó a todo un Atlético de Madrid que se confió demasiado al ponerse por delante pronto en el marcador. El Cádiz, sobre todo serio, le puso más ganas en la segunda mitad y logró empatar en las postrimerías de penalti (1-1). Y desde los once metros, se mostró más acertado, y con un Cifuentes inspirado. Y en el partido de la noche, un Málaga con gol se imponía con contundencia, 4-1, al All Stars de Nigeria.
Empieza lo bueno, casi. El Cádiz CF, tras otros seis años de penitencia vagando por el pozo de Segunda B, retorna este ‘curso’ al fútbol profesional cargado de ilusión con un proyecto que, de la mano del reconciliado tándem Vizcaíno-Pina parece serio y solvente. Y como mejor preludio y remate de la pretemporada, a sólo una semana del inicio liguero, un Trofeo Carranza que en su 62 edición busca, más allá de seguir con vida en un contexto de decadencia de los torneos estivales, “repercusión internacional” gracias al convenio con LaLiga Word, que no se sabe muy bien qué es, pero que aporta la presencia de un curioso combinado nigeriano al veterano cuadrangular marcado este año, sí o sí, por el molesto viento de levante. Y, de forma paralela, también por la ¿última? noche de las barbacoas en la playa que desde hace décadas ha complementado a esta fiesta futbolística anclada en la nostalgia.
Un Trofeo de los Trofeos, televisado en abierto y para más allá del territorio nacional, dicen, que arrancaba con el anfitrión debutando (y estrenando camiseta Adidas) ante su afición (ya van alrededor de 15.000 abonados) en la primera semifinal, la de la tarde, ante todo un Atlético de Madrid finalista en la última Champions, el mismo cruce de hace un verano. Entonces, tras el 0-0, los penaltis dieron el pase a la final a los colchoneros, que a la postre levantaban su décima copa.
De ambiente, ni mucho ni poco público (unas 7.000 personas, de las mejores entradas de los últimos Trofeos), música épica en los prolegómenos, y un Ramón de Carranza espectacular, con el lema “bienvenidos a la ciudad de Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente” recorriendo todo el bajo de Preferencia.
Álvaro Cervera, que ya ha avisado de que espera algún refuerzo más para que el nuevo Cádiz se parezca más a un equipo de Segunda que a uno de Segunda B (tras el choque se anunciaba otro fichaje, el del defensa senegalés Khalifa Sankaré, y el despido de Jandro), sacaba de inicio varios de los recién llegados, pero sobre todo viejos conocidos: Cifuentes en la portería; Servando, Aridane, Carpio y Luis Ruiz en la defensa; David Sánchez, Mantecón, Salvi y Nico Hidalgo; y arriba, Güiza y Gorka Santamaría.
Y empezaron metiendo el miedo en el cuerpo los de casa a los de Simeone en una contra en la que Salvi servido por el jerezano, con casi todo a favor, estrellaba la pelota en la madera cuando ni se habían cumplido tres minutos. A partir de ahí, el Atleti pasaba a controlar la situación sin oposición, y en el 12, a raíz de una falta botada desde la derecha, Augusto mandaba el balón también al palo, y el rechace lo colaba Carrasco dentro de la portería. Unos minutos después, el mismo jugador estaba a puntito de hacer el segundo.
Se igualaba algo la posesión poco a poco y el Cádiz trataba de acercarse tímidamente al área defendida por Bernabé, mientras el rival no parecía querer avasallar, al ralentí en ciertas ocasiones, valiéndose simplemente de su superioridad individual. Esta primera mitad, sin demasiada salsa, se despedía con un peligroso lanzamiento de falta desde el borde del área, que despejaba bien Alberto Cifuentes.
Con Dani Güiza merodeando el área atlética se reiniciaba la partida, y tres cambios en las filas amarillas, entrando Migue, Abel Gómez y Aitor. Un Cádiz con más ganas ahora de pelota que los visitantes, sin perder la fe, y mermado por la lesión de Luis Ruiz, sustituido por Juanjo. Garrido y Ortuño también jugaron sus minutos en este tiempo donde escasearon las ocasiones, y la más interesante, la que no supo aprovechar Garrido acercándose la media hora. Los del Cholo estaban cómodos conservando ese 0-1 que les valía para pasar, un año más, a la final del Trofeo casi por inercia.
Pero… a dos minutos del 90, sorprendía a todos el penalti cometido por los de la capital del Estado (Saúl despejaba con la mano un centro del delantero cedido por Las Palmas), y David Sánchez no perdonaba y lograba la igualada, levantando los ánimos de la grada. La semifinal se decidiría a ‘cara o cruz’, desde los once metros.
En esa lotería de los penaltis, a diferencia del pasado Trofeo, el Cádiz se ganó el pase a la gran final con un Cifuentes inspirado: el Atlético empezaba mal, con fallo de Torres y parada del portero, que también repelía el disparo de Giménez, mientras Carrasco la mandaba al larguero. Por las filas amarillas, todos marcaron salvo, curiosamente, el autor del empate David Sánchez, que la estrellaba en la madera.
Sin ofrecer mala imagen, mejorada tras el descanso, este Cádiz de Cervera, recién ascendido, da la sensación de que a estas alturas sigue en construcción y rodaje de cara a una temporada que será larga, con una premisa primordial: orden y solidez desde atrás. De hecho, el Atlético apenas le creó ocasiones, y su gol llegaba tras una acción a balón parado.
GOLES EN LA SEGUNDA SEMIFINAL
Y en la segunda semifinal, la de la noche, ante menos de 2.000 personas, el Málaga se imponía con contundencia al All Stars de Nigeria, por 4-1. El equipo ahora entrenado por Juande Ramos estuvo fino de cara al gol, y aunque en algunos momentos se vio superado por la velocidad de los africanos, tuvo en Sandro a su hombre más decisivo.
A los 22 minutos se adelantaba el conjunto costasoleño por medio de Kuzmanovic, que remataba un córner sacado por Juanpi. No obstante, los nigerianos conseguían empatar poco después, con tanto de Adeshina, y seguían creando peligro a la contra.
Pero Sandro, al final del primer tiempo y al inicio del segundo con dos golazos, encarrilaba el choque para los andaluces. La sentencia llegaría casi en el 90 con un tiro cruzado de Nesyri.
De este modo, este sábado Cádiz y Málaga, como en 2011, se verán las caras en la gran final del Trofeo Carranza, a partir de las 21.30 horas. Hace cinco años se imponían los gaditanos que, curiosamente, en la presente pretemporada sólo han perdido un amistoso, ante el filial malaguista. Un rato antes, a las 18.30 horas, Atlético de Madrid y All Stars de Nigeria se tendrán que conformar con disputar la consolación, y evitar quedar los cuartos. DIARIO Bahía de Cádiz
Las FOTOS de las semifinales del Trofeo Carranza, AQUÍ
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