Revista ‘BiCentenario’. Número 6,
correspondiente a enero-abril 2012 (AQUÍ).
Editada por DIARIO Bahía de Cádiz para contar y divulgar en su momento el Bicentenario de las Cortes de 1810 en San Fernando y de la Constitución de 1812 en Cádiz.
En este número, rebasábamos la fecha clave del 19-M de 2012; rescatamos parte de aquel EDITORIAL:
“Y pasó el 19 de Marzo de 2012. Cádiz se acicaló y engalanó (todo a última hora, ahí queda como ejemplo la obra a tres turnos de San Juan de Dios) para convertirse durante una mañana, dos siglos después, en ‘capital’ de España, con la excusa de la conmemoración de los doscientos años de la promulgación de aquella primera Constitución de este país que, por cosas de la Historia y del destino, tuvo a este rincón como cuna. Y si saboreamos ese ‘honor’ una vez, ¿por qué no repetimos?
(…) No parece que ayude a la conmemoración, a que todos se sientan partícipes al evocar un hecho histórico de todos, los diversos actos de partido que los conservadores han ido organizando estos meses en la capital gaditana con el pretexto y “apoyando” al Bicentenario. Incluso la sectaria fundación ligada al mismo, FAES, se ha traído hace unos días al inefable expresidente José María Aznar a presentar un informe parcial sobre Latinoamérica, y en el Oratorio en el que la Junta de Andalucía se ha gastado 8 millones.
(…) Que en pleno fin de semana fuerte de estas celebraciones que miran al pasado se citaran en Cádiz personas de distintos puntos del país con la vista puesta en un futuro deseado y deseable, es cuando menos esperanzador. Otro éxito, de verdad, del 19-M, acallado por el resto de la prensa y las instituciones. La Constitución vigente, la de 1978, esa que los menores de 50 años de edad no hemos votado, se entiende que está ya exprimida y agotada, que ya no sirve. Hay que ir pensando en crear una nueva desde abajo, ajena al poder constituido, adaptada a los tiempos, realmente democrática, que transforme el régimen mercantilista anquilosado que sufrimos; igual que sucedió con la de Cádiz, hace doscientos años, que en su momento fue revolucionaria, suponiendo en la teoría una ruptura con el Antiguo Régimen. Y volviendo al primer párrafo de esta editorial, cerrando el ‘círculo’, si en esta ciudad se gestó aquella recordada Carta Magna, ¿por qué no repetimos?”.