El pasado 5 de febrero de 2011 la mayor plaza del mundo, la Monumental de México, cumplía su 65 cumpleaños cuando el día de su inauguración apenas unos poco apostaban por ella.
En 1941, con el General Ávila al frente de la presidencia de México, a las entonces afueras de la ciudad en dirección sur se proyectaba la creación de una Ciudad del Deporte y de Ocio que incluiría cines, restaurantes, centro de exposiciones, parque acuático, pabellón cubierto, pistas de tenis, frontones, campo de fútbol y una plaza de toros. En éste bonito sueño, del genuino empresario de origen libanés nacido en Yucatán Neguib Simón, depositara toda su fortuna para quedar finalmente reducido a los dos últimos proyectos, campo de futbol y plaza de toros. La construcción de la plaza se inició el 1 de diciembre del 44 por obra del ingeniero Modesto Rolland aprovechando uno de los cráteres que una antigua ladrillera había dejado tras la extracción de su adobe. La construcción fue de forma que su ruedo quedaría 20 metros por debajo de las calles que le rodean, entre ellas la famosa e importante, hoy día que no entonces, Avenida de Insurgentes.
Esta monolítica obra de hormigón cuenta con un ruedo de 43 metros de diámetro y 49 filas de asientos entre barreras, primer tendido, segundo tendido y general más las lumbreras, los palcos y balcones que albergan a un total de 41.262 espectadores. Sus inicios no auguraron un buen futuro por varios motivos: la distancia al centro de la ciudad, la existencia en éste de la plaza el Toreo de la Condesa que colmaba las necesidades del aficionado, el precio de sus “boletos”, entradas en España, para el festejo inaugural, y por último su aspecto poco taurino. Además de estas vicisitudes, el mismo día de su inauguración sufriría un retraso en el comienzo por la dificultad del público a encontrar su localidad.
Finalmente, con estos malos vaticinios y con lleno en sus tendidos, albergaría su primer festeo el 5 de febrero de 1946 con dos diestros nativos en el cartel, Luís Castro ‘el Soldado’ y Luis Procura, junto a ‘Manolete’, los toros de San Mateo y el primero de nombre Jardinero. La primera vuelta al ruedo con una oreja en la mano para Manolete, sin contar la dada por el Arzobispo de México Dr. Luis María Martínez durante la bendición del coso.
Haciendo un símil, ‘la México’ es al toreo lo que el Maracaná es al fútbol, y no sólo en el tamaño por ser la más grande del mundo, también por su afición animosa, apasionada y entendida que no sabe de nacionalismos a la hora reconocer el buen toreo. Sin llegar a ser el más antiguo del país, este monumental coso junto con la plaza de Santa María en Santa Fe de Bogotá en Colombia, Quito en Ecuador, Nimes en Francia y las Ventas en España son los que tienen el privilegio de ofrecer ceremonia de confirmación de alternativa. Cuenta con tres ciclos a lo largo del año taurino, la Temporada Grande de noviembre a febrero o marzo, la Torista en mayo, y la Temporada Chica de novilladas entre julio y agosto.
Como en el resto del mundo taurino, en la ciudad de México (México DF) los espectáculos taurinos vieron sus comienzos en las plazas públicas y posteriormente entre los siglos XV y XVIII en cosos de maderas que eran desmontados tras finalizar el festejo. No conocería un ruedo permanente hasta el siglo XIX donde fueron construidos varios que desaparecerían por accidentes o derribos.
En el siglo XX se construirían tres plazas más, dos con efímera vida y en 1907 el Toreo de la Condesa, así llamado por encontrarse en unos terrenos de igual nombre. Esta última plaza sería la mayor de América, con capacidad para 20.000 personas, hasta desaparecer con el nacimiento de la Monumental. En 1947 se inaugura la del El Toreo de Cuatro Caminos, que nace con solera ya que en ella se reutilizan ciertos elementos de la del Toreo de la Condesa, cerrada poco antes, como burladeros, barreras, chiqueros, etc…, dotándola de cubierta en el 68. Dicha plaza, reinaugurada en el 94, desde el año 96 no ha dado ningún festejo taurino, acogiendo principalmente funciones deportivas, musicales y combates de lucha libre hasta ser derruida a principios del 2008.