Desde 1843 Barcelona cuenta con una plaza de toros permanente en el Barrio de la Barceloneta. Su escaso tamaño, ante el gran volumen de población de la ciudad, obliga a principios del siglo XX a construir otra denominada Las Arenas, de estilo neo-árabe y con aforo para casi 15.000 personas muy cerca de la Plaza de España.
Tan grande fue el apogeo de la fiesta en ese momento y los intereses de algunos empresarios, que inmediatamente se empieza a construir otro coso taurino. Cuentan las crónicas de la época que en noventa días hábiles se levantó la nueva plaza, empezando con 260 obreros y terminando con 365 en terrenos de D. Pedro Milá y Camps. Su primer cartel, con ocho toros de Veragua, estuvo compuesto por Vicente Pastor, Manuel Mejías “Bienvenida”, Curro Vázquez y Serafín Vigiola “Torquito”. De esta forma, y con el espíritu de una plaza de barrio, nace con el nombre de Le Sport, y una capacidad de 8.000 localidades, el 12 de abril de 1914.
Barcelona en ese momento era una ciudad en expansión, con una población de un millón de habitantes, escasa de espectáculos y con la fiesta taurina en auge. Con el impulso y la promoción de plazas de toros Monumentales por el ídolo de la época, el gran Joselito “el Gallo”, el representante de la plaza de Madrid, D. Juan Echevarria, le propone al Sr. Milá y Camps la ampliación de su plaza y su posterior dirección. Dicho y hecho, en menos de dos años se reinaugura con toros de Benjumea que fueron estoqueados por Joselito “el Gallo”, Francisco Posada y Julián Sanz “Saleri II” el 27 de febrero de 1916.
De plaza de barrio pasó a ser toda una Monumental con el incremento de dos pisos, uno de palcos y gradas, y otro una andanada que le hizo alcanzar un aforo de casi 20.000 localidades, en ese momento la de mayor aforo de toda España, perdiendo dos mil de éstas en la década de los noventa cuando su asientos pasaron a ser de plástico. Su fachada de ladrillo rojo, piedra arenisca con azulejos azules y blancos le dan un aspecto modernista aunque su estilo es una mezcla de mudéjar y bizantino.
La Monumental de Barcelona fue siempre una plaza de temporada que abría sus puertas en el mes de febrero, posteriormente en abril, para cerrarlas en octubre, actualmente en septiembre. Un recinto que compartió festejos con su hermana, la de las Arenas que dio su último festejo el 19 de junio de 1977 siendo actualmente un Centro Comercial donde se respetó su fachada.
La Monumental cerró el pasado domingo 25 de septiembre sus puertas para nadie más saber de ella, ni sus propietarios, ni tan siquiera los que han ordenado su cierre. El interés político de CIU, ER y parte del socialismo catalán ha empezado ganando una batalla pero no la guerra, Ahora falta por saber que sentencia dispondrá el Tribunal Constitucional, si es ésta una prohibición legal o no, aunque por otra parte, visto lo visto ¿quién cree en la independencia de dicho estamento? Dentro de dos o tres años tendremos la respuesta ¿seguirá mandando la izquierda catalana y mantendrán la prohibición? ¿Para entonces el nuevo gobierno de España declarará la fiesta como BIC y se levantará el veto?
De momento, la suerte está echada. Los toreros se quedaran sin torear, el ganadero sin vender toros, los restaurantes sin servir comidas, los hoteles sin vender habitaciones, acomodadores, taquillero, etc., etc., etc., el paro aumentando y los políticos catalanes con un falso animalismo cuando los intereses no son otros que eliminar todo cuanto les relacione con la otra España.