La peña El Albero de Conil ha celebrado un exitoso acto con Sebastián Palomo Linares, que llenó el aforo de la entidad. Rafael Comino presentó la charla y tras dar a conocer la biografía del diestro jienense, acompañada de imágenes, condujo la entrevista tocando los momento más significativos en la vida de torero, y también actor, ganadero, agricultor y pintor.
La peña El Albero de Conil, que por discrepancia por la pobre en cantidad y calidad temporada portuense organizada por la empresa concesionaria de la plaza de toros, así como el conformista punto de vista del palco, decidió en acuerdo con la Federación de Peñas Taurinas de El Puerto la no concesión de premios en la pasada temporada de 2015.
Sin embargo, serán actos taurinos como el llevado cabo en la noche del pasado sábado 23 de enero los que mitiguen el duro invierno ausente de actividades taurinas que desgraciadamente nos persigue en los últimos años, a pesar del esfuerzo de las peñas con bajo apoyo institucional.
Éxito total con un Sebastián Palomo Linares que llenó el aforo de la entidad en un acto presentado por el Dr. Rafael Comino, quien tras dar a conocer la biografía del diestro, acompañada de imágenes, condujo la entrevista tocando los momento más significativos en la vida del jienense.
Como torero, actor de cine, ganadero, agricultor y pintor fue presentado el diestro quien apostillo “y aprendiz de zapatero”. En la sencillez de una familia de nueve hermanos nació en Linares, con la mente en el toro y la pintura desde siempre. La oportunidad le vino en Vista Alegre, en el año 64 con apenas 16 años, fueron 50 kilómetros a pie y el resto en camión hasta llegar a Madrid y dormir ocho noches a las puertas de la plaza hasta llegar esa oportunidad en un tentadero, debutando aquella misma noche con un traje blanco y placa, un color y un metal que le acompañaría casi toda su vida.
A partir de ahí la gloria, su afinidad con la Casa Lozano, sus apoderados de siempre, hasta en el año 72 cortar el último rabo en Las Ventas, a pesar de la fuerte campaña que llevaba en su contra en aquel momento, repitiendo premio aquella misma temporada en la México, un doblete único en la historia del toreo.
De esta forma, y a lo largo de la noche curiosidades de su vida torera, como aquella primera muleta confeccionada con una falta roja de su hermana, estricta y austera igual de natural que la de el propio toro, y de gran competencia lo que le propició pocos amigos entre sus propios compañeros. Palomo Linares quien llegó a rozar casi el mismo protagonismo que El Cordobés, tanto en lo mediático como en lo económico protagonista en tres largometrajes: ‘Nuevo en esta plaza’, ‘Una señora estupenda’ y ‘Sólo los dos’.
No faltó la intervención espontánea del público, así como la de los dos matadores chiclaneros presentes Emilio Oliva y Adolfo Ávila ‘Paquiro’, ante un torero relajado quien dejaría perlas en sus palabras como que “el arte no es torear bonito si no bueno”, la falta de agresividad del toro actual, o su deseo de apartar a los políticos de la fiesta.
Cerró tan brillante acto, organizado por El Albero con Tomás Rodríguez de presidente, Juan Bermúdez, alcalde comunista de Conil, quien con su respeto hacía la fiesta demuestra a pesar de su desconocimiento que la cultura está por encima de cualquier condición política. DIARIO Bahía de Cádiz
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