OPINIÓN. Se cumplen 247 años de una Bula papal de Pío V, prohibiendo los festejos taurinos. Hace un lustro siguieron la misma película aunque con distinto guión, la Generalitat. Las plazas de Barcelona y Tarragona, cerraron sus puertas. Mas tarde lo fueron San Sebastián, recuperada este año, Baleares, A Coruña y otras de menor entidad, en la región levantina. Las manifestaciones, algunas ofensivas y caricaturescas, por parte de los llamados defensores del maltrato animal, se sucedieron frente a las plazas de toros, de pueblos y ciudades de todo el país. Pasado el tiempo se quitaron la careta. La Fiesta Nacional, título de un ensayo magnifico del profesor Tierno Galván, con prólogo del penúltimo Duque de Alba, se vinculaba con la España “vieja y negra de la dictadura, tachándola de franquismo. Algunos políticos, miraban para otro lado y otros lanzaban proclamas populistas y fuego de artificios, para “tranquilizar” al personal., declarando a los toros Bien de Interés Cultural.
Prohibir los festejos taurinos en cosos autorizados para su celebración es ilegal y se encuentra amparado en la Constitución. De modo que tiene rango superior. No confundamos la Tauromaquia con los encierros en las calles, como el tradicional Toro de la Vega y similares. La ofensiva taurina ha tenido su fuerza en estos últimos meses. Madrid, Sevilla, Valencia, Palma de Mallorca Valladolid, donde tienen un alcalde contrario a la celebración de festejos, quedó en ridículo cuando en sus mismas narices se manifestaron mas de 9.000 ciudadanos a favor de la tauromaquia., con los gritos de Libertad, que se han sucedido en estos días en Zaragoza, la última feria de la temporada en plazas de primera, además en muchos pueblos durante sus pasadas ferias.
A punto de doblar la temporada, tras nueve meses de festejos, llega el momento de organizarse y proteger, miles de puestos de trabajos, empresas y comercio en general, sin olvidar la aportación dineraria al erario público. Los toros y el fútbol, son los estereotipos que mas se asocian de forma espontánea, seguidos por el sol, muchas ciudades y el turismo, según la quinta oleada del barómetro imagen de España realizado por el Real Instituto Elcano. La transformación de España es un hecho, ¿por qué no van a ser igualmente los toros?
Representantes de todos los estamentos taurinos se han reunido en Madrid, con el fin de dar los primeros pasos de cara a una defensa de la Fiesta, frente a los ataques de toda índole que se están sufriendo. Se han marcado ideas que serán consensuadas. Varios miembros destacados de sectores profesionales del toreo, han creado a título individual, sin ánimo de lucro, la Fundación del Toro de Lidia, para la promoción, difusión y defensa de la Tauromaquia y la cultura taurina. Toreros, ganaderos, empresarios, representando a sus respectivas asociaciones profesionales, han señalado su decidida defensa “ante los continuos ataques que está sufriendo el mundo de los toros, tanto de la administraciones públicas, como de los grupos animalistas”. Los primeros objetivos que se marca la nueva entidad “la defensa jurídica activa de la tauromaquia, a través de un gabinete jurídico y la creación de una “estrategia y un plan de comunicación integral del toreo, a través de una agencia”.
Ante este cúmulo de buenas intenciones, no hay que dejar en saco roto, otras aristas que conforman el arco organizativo y empresarial de los espectáculos taurinos. Se impone racionalizar los costes de organización de un festejo A punto de finalizar la temporada, la disminución de festejos es un hecho. Hay que analizar los motivos. No echemos la culpa a la tan cacareada crisis. Los altos precios de las localidades en muchas ferias, si exceptuamos Albacete con lleno todas las tarde, y alguna otra, la ignorancia del relevo general, con muchos jóvenes que han constituidos asociaciones, que necesitan ayudas con entradas a precios económicos y el compromiso con personalidades del mundo de la cultura, son deberes que debemos cumplir en corto plazo.
Tengamos en cuenta a Francia. Nuestros vecinos que pertenecen desde hace años a la Comunidad Económica Europea, la fiesta está cada vez con mayor auge. Hace años se planteó la prohibición y fue resuelta por ley. Los ejemplos están en el sureste. Plazas de toros como Nimes, Dax, Beziers, Arles, y otras ciudades, disfrutan de grandes ferias y llenos impresionantes. La autoridad protege a la fiesta, con una ejemplar vigilancia. No hay que cruzarse de brazos. DIARIO Bahía de Cádiz
ARTÍCULO DE: Luis Rivas
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Con que no os subvencionen nos conformamos, lo demás ya caerá por su propio peso