Superman, The Man of Tomorrow, el Hombre del Mañana. ¿Os suena? Si os preguntara por el sobrenombre por el que es conocido Superman, todos, incluso los que no habéis leído nunca un cómic de Superman, responderíais que The Man of Steel, el Hombre de Acero. Pero solo los aficionados al personaje sabrían que Superman también es conocido como The Man of Tomorrow, el Hombre del Mañana. De hecho entre 1995 y 1999, Superman tuvo una serie de cómics con ese título, y antes, en 1986, se publicó un famoso cómic, escrito por el maestro Alan Moore, titulado ‘Whatever Happened to The Man of Tomorrow? (¿Qué le pasó al Hombre del Mañana?).
Pero ¿por qué El Hombre del Mañana? ¿Qué sentido tiene ese nombre? Pues mucho más del podríais pensar. Pero para entenderlo debemos dar un pequeño salto en el tiempo y retroceder al año 2008, en el que se redescubrían unos documentos perdidos por la familia de Jerry Siegel co-creador, junto a Joe Shuster, de Superman. Este material había sido encontrado en una caja, cuando los descendientes de Siegel preparaban la reclamación de los derechos de autor de Superman y contaban la siguiente historia.
En 1933, cinco años antes de que viera la luz por primera vez, Superman ya había estado a punto de ser publicado por Humor Publishing. Pero los fracasos de ventas de otros cómics anteriores disuadieron a la compañía de arriesgarse con un nuevo título a cargo de dos autores desconocidos, y dieron marcha atrás. Jerry Siegel y Joe Shuster tuvieron que rehacer sus historias, ya que Siegel, en un arranque de ira, destrozó las páginas y solo se salvó la portada, y siguieron intentando, sin éxito, vender su cómic a los periódicos. En 1934, Joe Shuster se sentía tan descorazonado con el proyecto, que se alejó temporalmente del mismo. Y así Jerry Siegel se encontró sin dibujante para hacer Superman. Y aunque la ausencia de Joe Shuster fue temporal, Siegel no perdió el tiempo y empezó a buscarle sustituto. Así que escribió una carta al artista Russell Keaton, que había trabajado como “negro” (ghostwriter, en inglés) dibujando la página dominical de Buck Rogers entre los años 1030 y 1933.
La carta de Siegel decía lo siguiente:
10622 Kimberley Avenue,
Cleveland, Ohio,
12 de junio 1934.
Estimado Sr. Keaton:
Encontrará adjunto a esta carta el guión semanal de la tira “Superman”. Si bien la idea es un poco fantástica (un hombre con “fuerza infinita”) creo que podría desarrollarse de una forma que a usted le gustaría. Comenzamos con “Superman” como un niño y seguiríamos el curso de su vida hasta llegar a su madurez, cuando comienza la verdadera historia: sus aventuras ayudando a los necesitados. Como Clark Kent posee una fuerza increíble, existen grandes posibilidades de explotar el humor y la aventura al narrar sus experiencias como niño y joven. Contaremos en detalle sus aventuras de juventud antes de abordar aquellas que tendrá como adulto. Y rápidamente él descubrirá que su gran fuerza, en lugar de ganarle amigos, hará que la gente le tema. Las madres no permitirán que sus hijos se junten con él, será odiado por los deportistas del colegio porque nunca perderá, etc. Podemos tejer una historia muy humana sobre él.
Le detallo a continuación el guión de una posible tira dominical. En ella se daría a conocer el origen secreto de Clark Kent:
- En su laboratorio, el último hombre en la tierra trabajaba furiosamente. Sólo le quedaban unos pocos minutos.
- Cataclismos descomunales hacían temblar al planeta, aniquilando a la humanidad. Eran sus últimos días, mientras ésta moría…
- El último hombre puso a su bebé dentro de una pequeña máquina del tiempo que él mismo había acabado de fabricar; y logró hacerla despegar poco antes de que…
- Las paredes del laboratorio se desplomaran sobre él.
- La máquina del tiempo se abrió paso a través de los siglos, arribando al primitivo año de 1985 de nuestra era. Un automovilista que pasa por ahí logra avistar el cilindro de metal…
- Y después de examinarlo, descubrió a un bebé dormido en su interior.
- El niño fue llevado a un orfanato. El primer día, traviesamente deformó la cama metálica que le habían deparado. Quienes lo vieron hacerlo, asombrados, no podían saber que habían puesto a su cuidado a un niño cuya estructura física era millones de años más evolucionada que la suya.
- El bebé, llamado Clark Kent, era un portento físico. A la edad de cinco años, cuando un chico mayor trató de intimidarlo, Clark lo despidió volando por los aires.
- La fuerza colosal de Clark era una fuente de asombro y placer para él. Supo, a los doce años, que podía brincar más alto que nadie en el mundo y batir todos los records.
- Sus poderes aumentaron increíblemente. Cuando hubo alcanzado la madurez, Kent descubrió que podía saltar por encima de un edificio de diez pisos, levantar objetos de un peso inaudito, correr tan rápido como un tren expreso, y que nada menos potente que una explosión podría penetrar su resistente piel.
- y 12. Pronto, Kent decidió que debía volcar su fuerza titánica a canales que beneficiaran a la humanidad. ¡Y así nació SUPERMAN, campeón de los oprimidos, la maravilla de la física que había jurado dedicar su vida a ayudar a los necesitados!
Hágame saber si estaría interesado en trabajar conmigo en esta tira. Me encantaría recibir sugerencias suyas al respecto. La idea, dicho sea de paso, le ha agradado al Gerente General del Sindicato de Bell. Estaré aguardando su respuesta…
Atentamente,
(Firmado, ‘Jerome Siegel’)
Habéis leído bien. La carta de Siegel a Keaton incluye una propuesta de guión de página dominical para Superman, quien, en esta versión, llega desde el futuro a través de una máquina del tiempo, y no desde el planeta Krypton.
Además de esta reveladora carta, la familia Siegel encontró fotocopias de varias tiras dibujadas por Keaton, así como los guiones para estas tiras.
Finalmente Keaton decidió no embarcarse en el proyecto de Siegel, un guionista demasiado “joven e inexperto” para su gusto, y Shuster acabó volviendo junto a Siegel para hacer historia en 1938. DIARIO Bahía de Cádiz