El 2 de junio de 1940, poco tiempo después de la aparición de los primeros cómic-books y de la creación de personajes como Superman o Batman, nació Spirit. Era el primer cómic-book que se distribuía como suplemento de los periódicos dominicales, al principio bajo el título The Spirit Section, ofreciendo semanalmente a sus lectores una aventura completa en solo siete páginas. The Spirit constituyó un éxito enorme e inmediato a lo largo y ancho de toda América, sobrepasado las fronteras de los Estados Unidos y llegando a Cuba, Venezuela y otros países del continente americano.
Su rápido éxito le llevará después a las tiras diarias (cómic-strip), los cómic-books y la radio. Pero The Spirit era algo más que un gran éxito comercial, era un excelente vehículo para que su autor, Will Eisner, que por entonces contaba sólo con 23 años, desarrollara sus innovadoras ideas.
Eisner, nacido en Brooklyn en 1917 y fallecido en 2005, se consideraba a sí mismo un “escritor visual”, y admitía la influencia que tenía el cine, especialmente el “cine negro”, sobre su obra, aunque lo cierto es que en The Spirit se anticipó al mismo cine en ofrecer soluciones, enfoques, ángulos, planos, o efectos de luz, que luego han copiado algunos directores de cine.
Por ello no es raro encontrar críticas en las que se compara la figura de Will Eisner con la de Orson Welles, considerando a ambos maestros en sus respectivos campos, autores absolutamente personales creadores de nuevas técnicas y que dieron una nueva dimensión al lenguaje de la imagen.
pero ¿quién es Spirit?
Bajo el antifaz de Spirit se esconde Denny Colt, un policía de ‘Central City” al que en su primera historia vemos ir tras la pista del “Doctor Cobra”, un villano que pretende envenenar los depósitos de agua de la ciudad con un fluido que dejará a quién la beba en un estado de muerte aparente, permitiéndole, junto al criminal conocido como “The Octopus”, apoderarse de la ciudad. Cuando se dispone a detenerle, Denny acaba siendo lanzado contra el tanque que contiene el extraño líquido. Dado por muerto, Denny Colt “resucita” poco después y se refugia en el cementerio Wildwood. Allí se recupera y decide adoptar una nueva identidad, “Spirit”, un enmascarado que en su lucha contra el crimen cuenta con la ayuda del viejo comisario Dolan, cuya hija Ellen está enamorada de Colt.
En The Spirit, Eisner, siempre con un toque surrealista y de fantasía absurda, relataba historias de amor, de crímenes, de terror y de humor, protagonizadas por un Spirit transgresor y nada convencional si lo comparamos con otros personajes del cómic coetáneos como Superman, Batman o el Capitán América. El perfecto equilibrio entre el drama y el humor es lo que hacen de Spirit un personaje tan original y fresco hoy como en los años cuarenta. Es un héroe atípico, demasiado humano e imperfecto. Spirit es inteligente, y más que bueno es inocentón. Es fuerte, ágil, sabe pelear, pero también es un poco torpe, y en las peleas reparte tantos golpes como recibe, llevándose a veces auténticas palizas, cuando no navajazos o balazos. Es un héroe que al final del día no se queda con la chica, ni recibe el agradecimiento y reconocimiento de sus conciudadanos, y al que en muchas ocasiones veremos ahogando sus penas en un bar, mal afeitado y con aspecto de necesitar una buena ducha.
Además, es un mujeriego, siendo su relación con las mujeres que le rodean, por regla general muy influidas por las “Femme Fatales” cinematográficas, uno de los elementos más divertidos de la serie. Mujeres como P´Gell, Lorelei Rox, “Wild” Rice, Satín, “Miss Cosmek” o Autumn Mews, que Eisner muestra valientes, divertidas, peligrosas, inconscientes, infantiles e incluso maltratadas, que toman sus propias decisiones y son más o menos independientes, dotándolas con una variedad de matices que no era nada habitual ver en las mujeres de ficción, y de una modernidad de pensamiento y actuación que aun hoy día llama la atención.
Curiosamente esta modernidad en los personajes femeninos contrasta con el tratamiento de otros personajes, como Ebony White, un niño negro de doce años que ejerce de amigo y “sidekick” oficioso del héroe, y cuya representación, tanto física como intelectual, no deja de ser un estereotipo de la gente de color muy generalizado en esos años, pero que hoy nos resulta racista, chocante e incómoda.
En cuanto a sus enemigos (y con la salvedad de The Octopus, genio criminal y enemigo recurrente de nuestro héroe), aunque en sus inicios sus nombres y características serían los típicos de los comic-books de su tiempo (el Doctor Cobra, Mr. Carrion, Palyachi el Clown Asesino, Mr. Medianoche, Orang el Mono Humano, etc), con el tiempo Eisner enfrentará a Spirit a personajes más reales, como políticos corruptos, mafiosos, ladrones de bancos, asesinos a sueldo, etc.
Y es debido a todo esto, y al genio narrativo de Eisner, que The Spirit es considerada hoy como una de las mejores y más influyentes obras de la historia del cómic. DIARIO Bahía de Cádiz
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