Desde 2014 nos ha tenido el puertorrealeño Juan Luis Rincón esperando para ver cómo continuaba su obra Rosewind, para saber cómo desembocan las aventuras de Diana y el monje Illvar, en Yuksek, el poblado asolado por el hambre donde la esperanza es un tesoro muy valioso. Ha valido la pena, este segundo tomo de la heroína de pelo blanco, continúa en la mejor tradición de los cómics de Espada y Brujería. Sus páginas huelen a la sal de nuestra tierra, ya que la historia se ve reforzada por el chiclanero Agu Ariza y el algecireño de adopción, Juan Torres, quien también desarrolla un magnífico trabajo de colorista en la obra.
El proyecto ha salido adelante mediante el sistema de crowfounding, o micromecenazgo, no fue una tarea sencilla lograr la meta, pero se consiguió; por cierto, darle un “cosqui y la pringá” al padre de la criatura por su eterno pesimismo.
El guión, sencillo, va desarrollando a los personajes, se van viendo los intereses políticos y religiosos, toda una crítica nada velada a un mundo más real, este carece de subtramas o historias paralelas, sigue la estela del género. Diana sigue siendo la esperanza del pueblo, mientras nos enseñan más de los misteriosos aliados del gobernador, el mundo, que no es el nuestro está poblado de criaturas, mal llamadas dioses, que tienen más necesidad de los humanos que nosotros de ellos.
El dibujo es el plato fuerte, la limpieza siempre ha sido un sello del autor, que siente adoración por los personajes femeninos y fuertes. Diana es preciosa el sueño de cualquier hombre, y a la vez inaccesible, si bien Juan siempre ha tenido a Wonder Woman de personaje favorito, del que la protagonista toma el nombre, pero Diana de Rosewind es más hija de Red Sonja. Juan se luce dibujando un cómic de multitudes, aquí abundan más los personajes, aunque sean simplemente de fondo o con apariciones fugaces, que los paisajes y fondos. Los edificios son austeros, como corresponden a una sociedad arruinada, es más, el edificio que más se repite es esa jaula de peleas, donde las apuestas y la degradación humana sirven a una causa benéfica.
Las otras dos historias que contiene nos muestran dos estilos diferentes. Por una parte, el de Agu Ariza, es más sucio sus personajes son grotescos, por lo que el guión lo encapsula perfectamente en un sueño húmedo de poder del gobernador Lurjus. El de Juan Torres, ahondando en el origen de Diana, se parece más al principal, nos muestra como un caballero oscuro: ¿Batman camuflado? Conociéndolo creo que sí, arrasa el poblado de Diana ayudado por ¿Cthulhu? ¡Pues mira, creo que también!
Un apunte, que nadie se lleve las manos a la cabeza al ver a nuestra protagonista con tacones imposibles, libros en vez de pergaminos, gafas… el autor es amante de los cómics “bizarros”, esto no es una recreación ni pretende ser realista; parafraseando el inicio del número 1: “este no es, no ha sido, ni será nuestro mundo».
Una obra disfrutable, donde el mejor piropo que puedo hacerle a su creador es: Juan, picha, qué ganas de leer la conclusión. DIARIO Bahía de Cádiz Manuel Santamaría Barrios
‘Rosewind: desesperanza’ (nº 2)
Autor: Juan Luis Rincón Chamorro.
Color: Juan Torres, con la colaboración especial en algunas páginas de Agu Ariza.
Año de publicación: 2016.
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