Si hubo un personaje amado por Stan Lee y Jack Kirby en Los 4 Fantásticos, ha de ser Ben Grimm. Es cierto que Johnny llegó a tener primero una serie de aventuras en solitario en Strange Tales para atraer aun más al público juvenil que se sentían identificados con el menor de los Storm, pero no tardó el bueno de Ben en acompañar y protagonizar sus propias aventuras en la misma revista.
Esa mezcla de bondad, fuerza bruta y autocompasión, esa moderna visión de Quasimodo, cautivó a los lectores. Y sobre todo a los autores, viendo la grandeza de su “hijo”, le brindaron una de las mejores historias, no ya de Marvel, si no del mundo de la historieta en general, ‘Ese hombre, ese monstruo’ (Fantastic Four 51)
En ‘Feria de Monstruos’, Geoff Johns, hace un homenaje continuo a esas grandes historias de Ben, en estos números nos vienen reminiscencias de los mejores tiempos de los cuatro fantásticos: Stan Lee-Jack Kirby, Stan Lee-Buscema y John Byrne…
El guión es sencillo, y ahí es donde reside la grandeza, en conseguir que algo tan natural no sea simple.
Ben decide, tras ser herido en combate contra la Brigada Demolición, tomarse unas vacaciones. Por equivocación acaba en un apacible pueblo, donde tendrá la oportunidad de redimir un error de su adolescencia, cuando era un rebelde en contra del mundo, una falta casi sin importancia para muchos y a su vez el más grande que ha cometido: herir a un ser inocente simplemente por ser diferente, por ser FEO.
El dibujo, a cargo de un joven Scott Kolins es limpio y dinámicos, en muchos momentos me recuerda a Alan Davis, o sea que pocos espejos mejores hay para mirarse. Este estilo contribuye en arrastrarnos a tiempos gloriosos del personaje. En combinación con el guión forman una amalgama perfecta.
La historia está plagada de referencias, e incluso cameos, en un vagón podemos ver a Stan Lee y Jack Kirby como vagabundos, aparecen Krees, Skrulls, Vigilantes… e incluso alguna referencia a otras etapas míticas de otros personajes no tan reconocidos. El circo de monstruos me trajo a la memoria al que aparecía en los últimos números del Motorista Fantasma cuando Johnny Blaze lucha por liberarse de Zaratos.
Una gran historia, cargada de humanidad, sobre algo que todos deseamos: la aceptación. Donde se disfruta más con la personalidad del protagonista, algo que fue el sello de Marvel, que con la acción. Sin lugar a dudas merece un hueco entre las grandes etapas de una familia muy diferente y sin embargo la que hizo ver que los héroes eran muy humanos.
Como nota curiosa, este cómic se encuentra actualmente descatalogado, pese a ser una historia que muchos deberían leer y no solo los aficionados a los superhéroes. DIARIO Bahía de Cádiz Manuel Santamaría Barrios
‘La Cosa: Familia de Monstruos’
Autores: Geoff Johns y Scott Kolins
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