CRÍTICA. Percibo que la participación de la Orquesta Ciudad de Almería en el Festival de Música Española de Cádiz se ha convertido en un evento señalado y esperado. Con una regla no escrita, también es la formación orquestal destinada a la apertura concertística del festival. Un reto al que responde siempre la OCAL con programas llamativos y adecuados para la responsabilidad asignada. En esta ocasión, dio un paso más allá y preparó un concierto memorable para el propósito de difundir la música española, en sus variantes de composiciones e intérpretes. De forma premonitoria se tituló el programa ‘El jardín de las delicias’.
Como ya hiciera Paco de Lucía, el guitarrista Tomatito aportó esencia flamenca a la obra magna hasta el momento de la composición orquestal para guitarra, el Concierto de Aranjuez. Traspasar las características idiomáticas del toque flamenco a una pieza clásica en forma y sonoridad es un ejercicio arriesgado porque los matices del toque flamenco dan otro color y un sabor extraño a la pieza. La audición de la sensacional composición de Joaquín Rodrigo emocionó y deslumbró, como siempre. Pero no hay que dejar pasar que podría haber sido sublime con algún retoque en la forma de producir los spicattos en la sección de cuerdas -un ejemplo al contrario fue la notable factura de los pizzicatos- y también con un ajuste de la dinámica en los plenos orquestales. No obstante, queda para el recuerdo el minuto de oro inicial del adagio, haciéndonos levitar con un impecable dúo de sonanta y corno inglés.
La primera parte del concierto llenó de entusiasmo al público, aunque se desbordó aún más en la segunda, que nos trajo un estreno absoluto: la adaptación para armónica de las suites de El Sombrero de Tres Picos, preparada e interpretada por Antonio Serrano.
En la memoria de todos, la armónica representa sobre todo el blues, con miles de elocuentes ejemplos sobre posibilidades musicales del instrumento en piezas como Railroad blues de Woody Guthrie o en el Turning Point de John Mayall, por significar algunas. Quizás la armónica sea ahora un instrumento un tanto demodé y menos popular, que revive -y de qué manera- el maestro Serrano en la adaptación de esta suite estrenada hace poco más de un siglo. La armónica como instrumento de concierto ha sido objeto de estudio por compositores del siglo XX, pero siempre con el objetivo de destacar las cualidades expresivas del instrumentista más que explorar las posibilidades sonoras del instrumento. El planteamiento de Antonio Serrano es diferente y el resultado insuperable. Encuentra el balance entre el merecido protagonismo del solista y el empaste sonoro con la orquesta, y aplica consistencia y honestidad a la transcripción de las Suites compuestas por Manual de Falla, que respeta al máximo.
Se percibió con claridad la maestría del intérprete y el potencial sonoro de la armónica en el solo sin acompañamiento de Antonio Serrano, que ejecutó una parte de las Suites. Con ello se apreció aún más la dificultad encontrada por el director para contener la dinámica de la orquesta -dicho de paso, dirigió con mayor contención gestual y un cierto laissez-faire, diferente a los conciertos anteriores-, excesiva en algunas fases del concierto. La interpretación a dúo de una pieza para armónica acompañada por la guitarra quedará como colofón del exitoso debut del programa de conciertos del Festival de Música gaditano, que se cerró con espontáneos bravi al término y la evidente emoción de los intérpretes. DIARIO Bahía de Cádiz
FOTOS: FMEC / Antonio Barce
FICHA DEL CONCIERTO:
XVIII Festival de Música Española de Cádiz.
El jardín de las delicias. Orquesta Ciudad de Almería; Tomatito, guitarra; Antonio Serrano, armónica; Michael Thomas, director. PROGRAMA: Joaquín Rodrigo (1901 – 1999) Concierto de Aranjuez – Allegro con spirito / Adagio / Allegro Gentile. Manuel de Falla (1876 – 1946) El sombrero de tres picos, Suite I y II (1919) (Arreglos de Antonio Serrano) – Suite nº 1: Introducción / La tarde / Fandango (Danza de la molinera) / El corregidor / Las uvas / Suite nº2: Seguidillas / Farruca (Danza del molinero) / Danza final (Jota).
Lugar y día: Auditorio del Palacio de Congresos de Cádiz, 13 de noviembre de 2020.