CRÍTICA. Trilogía de La Columna Durruti condensa en una sola representación tres performances llevadas a cabo en años anteriores: Herodes reloaded (2015), La chinoise (2016) y En la caverna de Platón / La cabeza de Medusa (2017). El resultado es una larga y única performance de más de dos horas y media que repite -tres veces tres- lectura discursiva, acción complementaria redundante y discurso audiovisual. La pieza teatral tiene como hilo conductor la crítica de la idea de familia en tres partes que se centran, sucesivamente, en la figura del hijo, la del padre/líder y la de la madre
En cada performance, el peso del texto es notable y fundamental. El discurso sobre el tema central de cada performance la domina. Se basa en lecturas que mezclan textos filosóficos y políticos a los que pueden aplicarse calificativos como hosco, apologético, difícil, contradictorio, dogmático, radical, laico (anticatólico), extraordinario (fuera de lo normal), violento, agresivo o extremista, entre otros, sin desviarse mucho de lo vivido-escuchado en la mono performance.
En muchas ocasiones, la lectura de una pieza teatral es más gratificante que el propio espectáculo. A mi criterio, Trilogía de La Columna Durruti es en esencia teatro leído; lectura dramatizada, como mucho. Me apoyo en el hecho significativo de que la experiencia teatral aparezca ya reflejada en una publicación, que está dividida en dos volúmenes. El primero de ellos -desde el punto de vista estético el primer volumen se diseña como una nueva escena- contiene los tres textos de las performances previas, acompañados de los apuntes de trabajo de su autor, Emilio García Wehbi, y de explicaciones sobre la trama interna de cada una de las performances. El segundo volumen comienza con «Trilogía furiosa», un texto de integración de los trabajos anteriores que acompaña al registro fotográfico de las tres representaciones.
La publicación parece conducirnos a un dilema: ¿no es suficiente el poder del trabajo escénico para transmitir el mensaje o se opta por la redundancia, a través del libro, como medio de prolongar la estrategia dialéctica con el espectador? ¿No basta la triple y dilatada exposición del espectador en su(s) performance(s): lectura-acción-imagen?
En esa triple exposición destacan las actuaciones performativas que, además de digresiones del discurso, se disponen como escenas de transición entre lecturas. Son escenas de acompañamiento que impresionan por la urgencia y frenesí de la destrucción. Todo se ordena hacia ese fin y la acción aniquiladora de la “trilogía furiosa” hizo trizas ante nuestros ojos imágenes, muebles, enseres, vajillas, juguetes, etc.
Solo el cuadro de Mao Tse Tung, que había presidido la sala durante prácticamente toda la función, quedó libre de la furia mortífera e iconoclasta; intacto al finalizar la obra, aunque arrumbado en un lateral del escenario. DIARIO Bahía de Cádiz
FICHA DEL ESPECTÁCULO:
XXXV Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz
Trilogía de La Columna Durruti. Concepto: Maricel Álvarez y Emilio García Wehbi. Texto y dirección: Emilio García Wehbi. Performers: Maricel Álvarez y Emilio García Wehbi.
Lugar y día: Antiguos depósitos de tabacos en Cádiz, 7 de noviembre de 2020.