El ensayo esquizofrénico que Ramón Reig, periodista y profesor de la Universidad de Sevilla, estrenaba por entregas en DIARIO Bahía de Cádiz, ha dado al fin su justo paso al papel, en una versión actualizada editada por Absalon. Un libro de los llamados ‘políticamente incorrecto’, imprescindible en estos tiempos en blanco y negro para despertar las conciencias aborregadas en este mundo, que como bien se señala en uno de los capítulos, “se ha acarajotado (no digo amariconado porque como todo se ha acarajotado no me dejan decirlo)”. Aunque en realidad, ‘El pitufo gruñón’, reconoce su autor, “no es subversivo, es sólo una muestra de cabezonería y vanidad. Ni siquiera va contra el orden establecido, sólo lo parece”.
El ensayo que Ramón Reig, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, estrenaba por entregas en estas páginas virtuales, en DIARIO Bahía de Cádiz, durante semanas ya hace unos años bajo el título de ‘El pitufo gruñón’, ha dado al fin –ha costado lo suyo…- su justo paso al papel, en una versión corregida y actualizada, editada por Absalon.
Un libro de los llamados ‘políticamente incorrecto’, más que imprescindible en estos tiempos en blanco y negro para despertar las conciencias aborregadas en este mundo, que como bien se señala en uno de los capítulos, “se ha acarajotado (no digo amariconado porque como todo se ha acarajotado no me dejan decirlo)”.
“En esencia, darle la vuelta a todo sin perífrasis ni pelos en la lengua, agitar conciencias y mentes domesticadas por esta sociedad cada minuto más falsa, mojigata y puritana que sufrimos”, es el objetivo y fin de la obra, interpreta Dany Rodway, director de este periódico, invitado a prologar el trabajo para esta nueva vida en formato tradicional.
“Me llamo Peter Mancorrow, soy el pitufo gruñón. Escribo a principios del siglo XXI pensando en los historiadores del futuro, por si quieren tomar nota. De lo contrario, allá ellos, me importa un pimiento. Hay un idiota que llevo pegado a la cabeza; se llama Ramón Reig, ya les hablaré sobre él, por lo pronto les informo de que es un sentimental al que le estoy dictando estas palabras. El imbécil dice que es de izquierdas pero en realidad es un gilipollas porque se puede ser de izquierdas, lo que no se puede es ser gilipollas”, se advierte nada más abrir el libro.
Peter Mancorrow y Ramón Reig, o al revés, son dos en uno, o uno en dos… la ambigüedad siempre presente. “Hay un idiota que llevo pegado a la cabeza (apunta el primero). Miren, miren cómo firma lo que yo le digo, es el precio que le pago por su oficio de copista aunque a veces –lo digo con franqueza- no sé dónde empiezan sus ideas y acaban las mías, somos como dos cerebros siameses pero, eso sí, el tiene menos cojones que yo, desde luego”. Más adelante, casi como auto-réplica, el segundo deja caer que “la (integridad) psíquica la tengo deshecha si se tiene en cuenta que soy amigo de este individuo. Siento como una forma de atracción fatal y sectaria hacia su persona… a ver si me ayudan a librarme de él, por favor”.
“Sin duda –analiza la editorial en su nota promocional del libro, a la venta desde hace unos meses, aunque apenas se le ha hecho publicidad-, Peter Mancorrow, el pitufo gruñón, es una especie de neologismo esquizoide, si bien puede tratarse, sencillamente, de andropausia progresiva en grado muy alto. El caso es que, aunque todos llevamos dentro a otra persona, nunca se sospechó que del profesor Reig pudiera surgir de esa manera la suya, con tanta malversación de palabras e ideas”.
LO ODIA TODO
Y es que “Peter lo odia todo –‘a veces odio no poder odiar más de lo que odio. Y odio no saber si es posible que el ser humano odie más de lo que odio yo’, asevera- y ahora puede que lo odien a él por odiarlo todo y atreverse a decir en público lo que odia y además con pocos tapujos, los que tiene se los ha implantado Reig en momentos de cordura, en contra de la voluntad de Peter. La verdad es que no está muy claro si Peter es un osado, un subversivo o sólo un burgués integrado, devorado por su frustración y por el paso del tiempo. Peter puede ser un sabio, un anacrónico, un desesperado intelectual que no entiende nada, o todo a un tiempo”.
En este ensayo, para releer con la mente abierta y crítica, hay alusiones –entre otros temas- y sin eufemismos, a “los maricones, los tontos, las lesbianas, las putas, las machorras, los calientacoños, las calientapollas, los judíos, los curas, las religiones en general –no digamos a Dios- y a lo que (Peter) llama putrefactos, copiando con descaro el concepto utilizado por Lorca y Dalí”. Pero el mismo Ramón evidencia en su carta final a los potenciales editores del libro que “la forma, el continente mata al contenido, la gente reaccionará contra él de inmediato debido sólo al continente. Y luego al contenido. Ambos supondrán una justificación para que el ciudadano siga como está”. Así de cínico, así de lampedusiano, así de real.
“Este libro no es subversivo en realidad, es sólo una muestra de cabezonería y vanidad. Ni siquiera va contra el orden establecido, sólo lo parece (…) Ningún juez en su sano juicio vería nada delictivo en este pobre pitufo encabronado con la vida que no soy yo, exactamente”, sentencia el profesor.
BREVE PERFIL
Ramón Reig, sevillano de 59 años de edad, es Catedrático de Estructura de la Información Periodística en la Universidad de Sevilla desde enero de 2012. Su faceta académica se completa con su cargo de director del Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación, y del consejo asesor de la revista Ámbitos; además es coordinador del programa de doctorado Comunicación y Cultura en la Sociedad de la Información, impartido en la Universidad Autónoma de Chihuahua (México).
Su trayectoria universitaria se ha traducido, igualmente, en un prolífico trabajo docente y científico como ponente o profesor invitado en varias universidades españolas y extranjeras. Asimismo es autor de una veintena de libros sobre comunicación y periodismo, como ‘El Periodista en la telaraña. Nueva economía, comunicación, periodismo, públicos’, ‘Dioses y diablos mediáticos. Cómo manipula el poder a través de los medios de comunicación’ o ‘La información binaria (emotividad y simplicidad en el periodismo)’; e incluso alguno de poesía.
Es periodista con ejercicio en prensa, radio, productoras audiovisuales y gabinetes de comunicación de entidades públicas y privadas; ha trabajado, entre otros, para El Correo de Andalucía, Semanario Tierras del Sur, Mundo Diario, Mundo Obrero, La Vanguardia, ABC, Diario 16 Andalucía, Cadena 80, Radio Cadena Española, Radio América, y ha sido responsable del gabinete de comunicación de la Federación de Empresarios del Metal de Andalucía, periodista de la Oficina del Portavoz del Gobierno de la Junta y del Instituto de Fomento de Andalucía, fundador de Nuevas Iniciativas del Sur, y asesor de las productoras Cibeles TV, Arteseros TV y Proyek TV. Desde casi el nacimiento de DIARIO Bahía de Cádiz, hace más de nueve años, escribe en su apartado de Opinión, actualmente bajo el epígrafe ‘¡Y todo para esto!’.