El Ayuntamiento de Puerto Real está aumentando el número de barbacoas permanentes habilitadas en la zona de los eucaliptos del Río San Pedro, hoy llamado Parque de la Batalla de El Trocadero, ante el “éxito” que han cosechado las colocadas ya el pasado mes de febrero, cuyo uso hay que solicitar previamente.
Las nuevas barbacoas se han construido siguiendo el compromiso con la economía circular, reutilizando trozos de tubos de hormigón rellenos de grava, “dando así una vida a lo que de otra forma sería considerado inservible”.
En un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, el concejal de Infraestructuras y Arbolado, Antonio Gil, resalta que esta iniciativa “pertenece a un conjunto de acciones que tienen el objetivo de que la ciudadanía pueda disfrutar de los espacios públicos, siempre con respeto y observando las indicaciones de conservación y mantenimiento”.
NORMAS A CUMPLIR
Para hacer uso de estas barbacoas públicas de forma gratuita, hay que solicitarlo previamente en el Centro Cívico del Río San Pedro, pudiendo obtener más información en el teléfono 856 21 41 27.
Además, los autorizados deben cumplir una serie de normas, como recoger las basuras generadas y depositar los restos en los contenedores más próximos. O en caso de utilizar barbacoas de gas, el manejo y cuidados deberán cumplir con la legislación sectorial aplicable.
Del mismo modo, se pide mantener las cautelas oportunas para prevenir incendios, como tener reservas de agua para atender un fuego o su propagación, y situar la barbacoa a más de tres metros de árboles o arbustos.
Los horarios establecidos son entre las 8 horas y las 22 horas, y no está permitido el empleo de equipos musicales o sistemas “que puedan provocar afección acústica”. Igualmente, queda prohibido hacer fuego entre el 1 de junio y el 15 de octubre por ser una zona de influencia forestal. El permiso para el uso de estas barbacoas “no autoriza la acampada o pernoctación, ni la entrada de vehículos al lugar habilitado”.
La Policía Local podrán ordenar la finalización del evento y la retirada de los participantes si las circunstancias lo aconsejan, sin perjuicio de denunciar los hechos que lo motiven. Además, los usuarios de estas barbacoas públicas serán responsables de los daños y perjuicios que puedan provocar y deberán identificarse ante los agentes de la autoridad si así se les requiere.