Ni en sus mejores sueños el auto-proclamado moderado Juan Manuel Moreno Bonilla (Juanma Moreno a secas para sus acólitos y asesores de marketing, Moreno Bonilla o sencillamente ‘Juanmaloharía’ para sus adversarios) podía haberse imaginado una noche electoral más perfecta que la de este 19-J, en la que su partido, el PP (esas siglas íntimamente asociadas a corrupción, sobresueldos en negro, mordidas, comisiones, recortes, privatizaciones… que estratégicamente ha escondido durante una tibia campaña basada en supuestos logros y “avances” que apenas se sostienen en datos), se ha impuesto en las duodécimas elecciones al Parlamento andaluz.
Pero no sólo ha ganado, ha arrasado, pasando de su peor resultado conocido en esta tierra, el de 2018, a una histórica victoria en la que confluyen factores como: una baja y triste participación, el inevitable pinchazo del globo de Ciudadanos, el repudio generalizado a la candidata importada de la ultraderecha, una izquierda y más allá desnortada, y sobre todo la apelación al voto útil y la rentabilización de la figura modosa y de sonrisa inquietante de quien ha sido presidente de la Junta (casi de carambola, y pactando con Vox, claro) en estos años duros de pandemia y de recurrentes discursos rimbombantes televisados. Sin olvidar la colonización popular de Canal Sur y los millones de dinero de todos los andaluces invertidos en propaganda institucional-partidista.
Así, esta formación de derechas suspira de alivio y no tanto por lograr una inimaginable mayoría absoluta (ninguna encuesta se atrevía a pronosticarlo, salvo la publicaba por RTVE y RTVA en la misma noche electoral), sino por lo que significa tener las manos libres para hacer y deshacer: no depender de implorar al PSOE una abstención ni del chantaje de la extrema derecha reaccionaria con pretensiones de entrar en el Ejecutivo, como ha sucedido en Castilla y León. Un desahogo generalizado, también desde la izquierda, que advierte que el neo-fascismo patrio parece estar cerca de su tope. Aunque paradójicamente a Vox le frena en Andalucía sus primos del PP.
LAS DERECHAS SUMAN 72 ESCAÑOS, LAS IZQUIERDAS 37
Repasando datos más concretos, al 99,6% del escrutinio consultado por DIARIO Bahía de Cádiz, el PP-A liderado por Moreno Bonilla gana estas elecciones andaluzas anticipadas con holgura pasando de 26 diputados a 58 (32 más que en 2018). Obtiene el 43,13% de los sufragios (cerca de 1,6 millones de papeletas), e imponiéndose en las ocho provincias.
Vox, con una candidata alicantina y empadronada de forma fraudulenta en Granada para poder concurrir a estos comicios, Macarena Olona, que más allá de escupir odio y repetir mantras centralistas, machistas, xenófobos y homófobos ha demostrado desconocer Andalucía y a los andaluces, suma sillones, aunque muchos menos de los esperados: la extrema derecha tenía 12 diputados y pasa a contar con 14 (el 13,46% del total, y 493.932 votos).
Mientras la tercera derecha, la de Ciudadanos, con el sanluqueño Juan Marín al frente (que ya ha anunciado que va a dimitir de todos sus cargos orgánicos), desaparece de la cámara regional con el 3,29% de apoyos (y tenía 21 representantes, casi el 15%) como presumían todas las encuestas en estos meses; la franquicia naranja no sabido/podido rentabilizar su exposición mediática como partido de gobierno y es evidente que sus electores eran prestados (y una parte procedente del PSOE) y han huido al PP. No hay que olvidar que este partido fundado en Catalunya no vino a sustituir al PP sino a parar a Podemos, y tal y como anda la salud de la formación morada, Cs ya tiene poca razón de ser en la política española.
Por el otro lado del tablero, el renovado PSOE encabezado por el exalcalde de Sevilla, Juan Espadas, con apenas notoriedad en el resto de la comunidad, cae a segunda fuerza parlamentaria y pierde con respecto a los últimos comicios 3 representantes: suma 30 (el 24,09% y 883.707 papeletas). Y ya era difícil empeorar los resultados de 2018 de la inefable Susana Díaz…
Mientras, Por Andalucía (la coalición de IU, Podemos, Equo y Más País, entre otras formaciones), con la algecireña Inmaculada Nieto de presidenciable, araña 5 escaños (el 7,68% y 281.688 papeletas). Y la refundada Adelante Andalucía (ya sin las ataduras y tutela de partidos de Madrid), con la roteña Teresa Rodríguez al frente y sin apenas presupuesto para la campaña cosecha 2 meritorios representantes (el 4,58% del total de sufragios y 167.970 votos). Ambas candidaturas, que concurrían juntas hace tres años logrando el 16,19% del total y 17 parlamentarios, suman ahora el 12,26% de apoyos.
Sin lograr representación, además de Cs, quedan entre otros el Partido Animalista (Pacma), sumando 35.273 papeletas (el 0,96%), alrededor de la mitad que en 2018. Además, el reestreno de la formación heredera del extinto Partido Andalucista, ahora bajo el nombre de Andaluces Levantaos, alcanza el 0,33% de los sufragios totales y menos de 12.000 papeletas en toda la comunidad (en 2018 AxSí llegó a las 22.000). Por delante ha quedado incluso la candidatura Jaén Merece Más, que sólo se presentaba por su provincia (con el 0,51% del total).
EL MAPA DE ANDALUCÍA: MUY AZUL
Por provincias, Almería ha alcanzado en estas elecciones una participación del 55,9%: el PP ha alcanzado el 45,5% de los votos y obtiene 6 escaños; el PSOE logra el 22,08% y 3 diputados y Vox obtiene el 20,75% de los votos y 3 escaños.
En la provincia de Córdoba, con una participación del 62,5%, el PP ha conseguido un 44,71% de los votos y 7 diputados. El PSOE se debe conformar con un 23,51% y 3 diputados; Vox, con 1 12,45% y un diputado; y Por Andalucía con un 9,91% y 1 representante.
En Granada, la participación se ha situado en el 59,5%. El PP ha conseguido un 42,20% de los votos y 6 diputados; los socialistas con un 25,37% de los votos se quedan con 4 diputados; Vox, un 15,38% y 2 diputados; y Por Andalucía, un 7,72% y 1 diputado.
La participación registrada en la provincia de Huelva, la más pobre de toda la comunidad autónoma, se ha situado en un 54,9%. El PP ha logrado un 42,71% y 6 diputados; el PSOE un 27,39% y 4 diputados; y Vox, un 12,77% y 1 escaño.
Con una participación del 63,6% en la provincia de Jaén, la formación que ha obtenido más votos también es el PP con 42,5% y 6 diputados. El PSOE suma un 27,08% de los votos y 4 diputados; y Vox ha logrado un 12,85% y 1 parlamentario.
En Málaga, la participación ha alcanzado el 56,2%, con una distribución del 46,99% de los votos para el PP y 10 diputados. Le sigue el PSOE-A con un 20,71% de los votos y 4 escaños; Vox con 13,51% y 2 diputados; y Por Andalucía con 8,06% y 1 diputado.
En la provincia de Sevilla, con una participación del 60,9%, la primera fuerza política también ha sido el PP con un 40,13% de los votos y 9 diputados; le sigue el PSOE con 26,67% de los votos y 5 escaños; Vox con 11,41% y 2 escaños; Por Andalucía con 8,33% y 1 diputado; y Adelante Andalucía con 6,23% y 1 diputado
Y finalmente en Cádiz (que analizamos más al detalle AQUÍ), con un 53,05% de participación, la primera fuerza ha sido claramente el PP con el 42,48% de los votos y 8 diputados; le sigue el PSOE con un 21,02% y 3 escaños; Vox con 13,25% y 2 diputados; Adelante Andalucía con 8,02% y 1 diputado; y Por Adelante Andalucía, con un 7,48 de los sufragios y otro escaño.