DÍA 25 (4ª CUARTOS DE FINAL).
Miedo a la hoja en blanco. ¿Miedo?, naá. Miedo hay que tenerle al ataque de un insípido pescaíto en blanco un mediodía con la barriga suelta. O a estar en la piel del Undargarín y parienta y que en unas horas hagan pública la sentencia del caso Nóoooos, esa que tan pendiente tiene a carnavaleros para ultimar sus pasodobles y cuplés borbónicos de montón. ¿Miedo?, naá, suena el chimpúm chimpúm de la cuarta función de los cuartos de final del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2017), y se te corta la cagalera.
Un jueves regulero, con un colofón superlativo: el coro de Kico Zamora, la chirigota del Sheriff, el cuarteto de Aguilera-Puliestán, la comparsita de los sapos… no dieron un pase malo, ni mu bueno. En el penúltimo escalón, el Selu con ‘Mi suegra como ya dije’ cumplió el trámite confiando en sus pasodobles; y cerrando sesión, ‘La eternidad’ volvió a dejar bien clarito que el barbecho de trece años a Antonio Martínez Ares le ha sentando estupendamente. De muerte.
Cruzamos el ecuador de esta fase, y nos ponemos mirando pa Rota. El Champín-ñín, nuestro entendío en papelillos simétricos, me viene hoy con la camiseta verde, que se ha pasado hace un rato por la concentración en la plaza Mina en defensa de la educación pública. Ahí está el tío, con lo educado que es, no podía faltar, aunque sus potenciales herederos irán a un colegio de curas. Como dios manda. Allí se ha encontrado a su cuñao canario el Arehucas-sin, sin ron, sin miel, y pa entro. Otro que cuela. Maripili, aleccióname… dale a la palanca y que chorree este cronincón ojeroso de pellizcos de monjas. Pero antes un minuto para la publi del Yuntamiento de Cádi: te alabamos Kichi por encima de todas las botellas vacías y vasos de plástico. Amén.
‘ARRIÁ LA CARNÁ’, HUELE A MAR
Las 20.35 horas. Con la caña a cuestas, pican pican… “aquí me tienes pescando, en mi piera caletera… pescar pescar pescaaaar… el tango es mi afición y servirá de carná pa llegarte a corazón…”. Estrena sesión, con su chubasquero capitán-pescanova, el coro descalzo de Kico Zamora, con letra de Antonio Segura y de Felipe Marín. Botellón de barbadillo al fondo. Qué tendrá el barbadillo que no tenga el Champín-ñín. Celoso. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Un tango afeando a los mudos por interés y desinterés, “el silencio que encierra el odio y la cobardía… no seas cobarde que tu silencio es culpable, que nada, que nadie, te vuelva nunca a callar”. Interesante. Y otro crítico con una Constitución, unos políticos, un sistema, que permite lo que permite… “mientras hay quien se muere de hambre en la calle del desengaño… un estado derecho no deja a nadie sin techo, que se muera tirao en un portal”. La pulserita esta pa deportistas que te controla más que una suegra; y un repasito real irreal, en la tandita cupletera “y tor sieso escardao”, haaala… convía, convía, y arría ya la carná. Apesta a marea baja. Esto es viento el sur. El popurrí pesca lo justo. Un pancartón convocando a la mani en pro de la sanidad pública del domingo, en el descuento. Y se abre el debate en el foso de si pancarta sin copla que la contextualice y oriente es lícita o no.
‘LOS INCONDICIONALES’, GGRRRRR
Guau guau. El mejor amigo del hombre se coló en estos cuartos dando buenos ladridos, pese a ese tipo diana fácil para la guasa del Falla. Enrique Parodi y José María Durán firman la autoría de esta incondicional comparsa algecireña. Levanta la patita. Esperando tras la puerta a que lleguen los carnavales. Me la tienen to araña, apunta el Champín-ñín, con miediti a ponerse a cuatro patas. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Cameo de un perro guía con su dueño para que entendamos bien bien el primer pasodoble, que ya se sabe que somos cortitos… “el centro de mi universo en medio de tanta gente… nunca te olvides de que fui tu compañero…”. Con shentimiento lazarillo. Y letra para quejarse de la humanidad inhumana, focalizada en la provincia… “siendo el rincón más golpeao de Andalucía, y llevamos la venda del que no quiere saber… no quiero que nos comparen que perros y humanos no somos iguales, cada vez está más claro que sólo vosotros sois los animales”. Animales racionales, o casi. En un cuplé, de perros policía, loco loquitos con los fardos que llegan al muelle. Y ahora mi dueño me ha puesto un bozal… qué vida más perra la que tengo que llevar. Popu perruno, con algún lamento y algún gruñido. Y, también, pancarta para el adiós.
‘LOS KUNFUNDÍOS’, KIAAAAÁ
Momento lestaulante Mulalla China. Mezcla de cultura gadita y oriental en esta academia de kunfú del maestro Che-lí, “que a los chinos nos gusta las mismas cositas que a ustedes aquí…”, el alcalde aquí y allí es Ki-chi. Con la autoría del Sheriff y del Toté, y el Lulú, más contenido. Con nostalgia viene el primer pasodoble, rememorando detalles de aquellas finales de hace ya años… “esos recuerdos tengo del Falla, dónde se quedaron, dónde está mi concurso, me lo mataron lo mataron lo mataron”. Que la tierra te sea leve, ¿no Antonio Burgos?, pregunta al twitti el Champín-ñín. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Y alrededor de la violencia machista gira el segundo pasodoble, con su driblin, “el que ama a una mujer la quiere tal como es, la violencia es el miedo del hombre… estás muerta si te callas… pero también condeno a esas mujeres que mienten y condenan a un hombre siendo inocente inocente inocente”. La realidad que la ley esconde… ¿Se puede comparar una cosa con la otra? Un black-friday y el embustero del vecino, en unos cupletillos con más parafernalia que chicha. Mi estribillo va a pegá. Sudando el popurrí, marca de la casa… “cómo quieres que me concentré, si por ti he perdío los cinco sentíos”. Kádi konfunde.
‘LOS DEL PATRONATO’, PONTE REPELENTE
Clase en el orfanato del cuarteto-teatrero de Aguilera y el Piulestán, con la Mariquilla la fantástica y mentirosa, “me dijo que vio el especial de cuartetos en el Tangai”; el niño con retardo; y el otro hiperactivo con su amigo invisible, llamado Donald Trump “porque nadie lo puede vé”. Biblioteca nueva, el cura y sus ideas rancias, “eso con la Teo, no pasaba”, y el nuevo director desesperaíto, el barba. Por ahí anda esa parodia salpicada de chistesitos y sobre todo de interpretación. El Champín-ñín ni se inmuta, mu atento mu atento. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Un caso de Cuartomilenio en el primer cuplé, han visto al Bertín Osborne friendo papas en su cocina; y la parienta revienta películas, en el segundo, y vuelve a salir el Osborne. Y al tema libre, con un alto general que viene a adoptar a alguno de los críos. Sin brazos y tuerto, “qué pasa tronco… esas palmas malage… me la coge con las dos manos”. Se mosquea y se va. Se van cantando una cuartetita para encender al público. Misión cumplida.
‘EL HOMBRE QUE SUSURRABA A LAS ALMOHADAS’, RAFAELÍIITO
Cuarenta y dos años en coma en la cuarta planta de Zamacola… “el pantalón cuando entré era de campana y ahora me queda estrecho”. En la escalinata de residencia se presenta, volviendo a vivir en otra época mu distinta, la chirigota susurrante a las almohadas, con musiquiqui del Jona. Tosiendo. Drama-pasodoble el primero, “somos culpables, no somos conscientes de que tristemente todos somos refugiados, a lo largo de la historia de cuántos sitios nos han echado… seguiremos asistiendo a un genocidio aterrador”. Y letra quejosa con los derroteros que está tomando el carnavá y su profesionalización, un timo… “nos sacaron los colores con los derechos de autores… nos compraron… y volverá la censura… pero ten muy en cuenta que esta fiesta es popular”. El Champín-ñín es más populista que popular. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Rafaeliiiito. Un cuplé con un moraso en patinente de esos sin manillar y otro con las navidades del Kichi sin luces. Rafaelíiito. Un cameo de Canelo, guau guao, y a por ese popurrí abrazao a la almohada. No acaba de despertar al personal, más pendientes de los gruñidos de sus tripas. Niña, sácate el bocata de tortilla con chipirones, que se hace tarde. Y el Cascana, comiendo napolitanas…
‘LOS GRASIOSOS’, ¿LOL?
Las 0.09 horas. Jaja jeje jiji. El coro desenfadado, en teoría del Guimerá reinicia la función, con calvas en patiobutaca. Se ve que el personal es mu malage. Con excedentes del Millonario para el tipo. Del club de fans. Y el martillito, ¡nooo!, el martillito. El Champín-ñín huele un martillito y se me pone tontorrón. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Un tango al acoso escolar, esa “lacra de esta sociedad”. Y otro, más sabrosón, reseñando la receta de un tango de carnavá… “no le puede faltar gaditanismo, compases, tipismo, más corazón, toques de laúdes y de bandurrias, sus bajos… y para probarlo no hay mejor vajilla que el Falla… debe saber a plaza, Viña y Cañón… y mucha sal”. Y los patosos y los botellones, al cardero. Los cupletillos no son para mondarse, aviso. En uno, el chiquillo se va de excursión con la patrulla canina, o argo… Si tú eres de los que dicen que vamos a salir del pozo, tú sí que eres un gracioso. Bromistas sin grasia en esa “peshá de popurrí”, de aprobado por las gafas con narices… “la gracia de Cádi se hereda al nacer…”. Todavía no se han bajao y ya se mueren por volver, dubidú dubidá.
‘LOS DE LA CHARCA’, PISANDO CHARCOS
Una cura de humildad. Es lo que parece plantear la comparsita joven medio-príncipe, medio-rana, con letra de Antonio Jesús Pérez y música de Ángel Luis Silva. “Con lo que yo he sío, fíjate en lo que me he convertío… rendidos al absurdo de olvidar que el carnaval en Cádiz es solo carnaval…me he convertido en un sapo por querer ser quien no era… desterrado en esta charca para volver a empezar”. Otro reinicio, si funciona con el windouss… deja caer el Champín-ñín, muy de presionar ctrl + alt + supr. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Curioso el desarrollo y tratamiento de la política local en el primer pasodoble, con el foco en las pajarracas que se montan en los plenos por parte de ciertos vecinos… “siento vergüenza cuando un gaditano entra en un pleno como en un corral… después de veinte años con la lengua arrancada, cuando viene un alcalde a darnos la palabra, le escupimos a la cara… no te das cuenta de que tus gritos son una herramienta más de la oposición, sólo eres mas fácil de manipular, el alcalde se ahoga en un quiero y no puedo y la oposición regodeándose como cerdos en el matadero”. Buena radiografía, bien escrita. Y una pareja envejece junta sin hijos, en el drama-pasodoble siguiente, con su denuncia sosiá… “que más quisiera llenar de vida aquella habitación… pero apenas tenemos pa comer tú y yo… mientras tu vientre vacío grita cada día que no soy el hombre que merece”. Más que un poblema de fertilidad, un asunto de superviviencia económica. Cuplés ajín ajín con doble personalidad: borbónico y el Marichalá con la cara torcía, uno; y otro entre conservadores y modernuquis, recurriendo a los Yesterdei. Prefiero quererte sin reglas ninguna, tumbao en la charca cantando, desnudos mirando a la luna. Metacarnaval bañado en metáfora de cuento infantil para ese pupurrí grato de ocho minutos en el que la bruja mala es la soberbia y la princesa buena, la humildad de cantarle a Cai sin mendigarle una final. Una síntesis de treinta y seis palabras.
‘MI SUEGRA COMO YA DIJE’, Y LA NUERA
Toca destripar un poco más a Marijose, la nuera de estas suegras estereotipadas al extremo del Selu y sus chuchos grrrrrr… “yo te veo a ti más gorda… po vete acostumbrando que aquí tienes suegra, pa to la vida”. No quiero criticarla, no quiero criticarla. La nuera quiere salir en una chirigota callejera, en el primer pasodoble… “cada uno hace la mamarracha como le da la gana… esa lo que va buscando es lo que va buscando… y me dice, y le digo, y me dice, y le digo…”. De política y familia, el segundo… “cada una vota a los piojosos asquerosos que le da la gana… sabe dios lo que vota, pero me lo imagino, esa es de las que va hablando mal de Franco… ella no me respeta que yo a ella no la respete… pero si mi nuera quiere independizarse, o separarse o desligarse, mi voto ahí siempre lo tendría”, jeje. Como nos tiene acostumbrados, de gran categoría. Los cuplés-suspiros ya… ajín ajín… a la trianera le van a poner en la cara una faja antes de irse pa los madriles; y pa entender la factura de la luz, es como el Martínez Ares, “hay que escucharlo dos o tres veces”. No permito que nadie me la critique, que pa eso está su suegra. El Champín-ñín está temblando. Está el Falla en modo Soria, se ríe pa entro. O son ellos… El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. La cuarteta de la tortilla y el “cómo yo te la hago, esa no te la hará… a lo máximo que puede llegar esa, es a una tortilla a la francesa”, el momentaso de un popurrí seluliano, que entra suave sin carcajadas ni aspavientos: “me he hecho una analítica y estoy como una pera, a mi me queda tela”. Juan, no te olvidamos.
‘LA ETERNIDAD’, REVIVIRÁS
Y subiéndole la cremallera a la noche, ya madrugá oscurita, con el ambiente recalentándose, el Caronte de la Caleta, dispuesto a llevarse las almas de los gaditanos al más allá pa toa la eternidad. El Martínezlares, semioculto entre bambalinas, sabe cómo engatusar al Falla desde el minuto cero, to cobarde… “Tacitaaaaa, Cádiz, tenemos toda la eternidad… cuando un gaditano da su último aliento el farol de mi proa se va encendiendo, y me brotan mil flores, rosarios, cadenas, y dibuja mi cara toda su pena… ahí está la Tacita, la Tacita del cielo, traigo un alma perdía, ¡abre al barquero!, ¡abre al barquero!… que si baja el telón y me llega el adiós, que me coja cantando… fíjate si te quiero mi Cádiz bonito… cada vez que te canto, te resucito.”. Ayy, ese verso es casi una verdad verdadera. Medio Cádi acaba de despertarse del segundo sueño para contar moneditas. Pasodoblón al tipo apelando a esa locución latina, al tópico literario del carpe diem de toa la vía, el carpe diem quam minimum credula postero: aprovecha el momento que tenemos caducidad sin fecha definida; que presión, niña… “imagina que recibes de pronto una carta, en el remite del sobre tan solo el barquero… tienes veinticuatro horas por si te quedaron cosas en el tintero… cuando cambiaste tu tiempo por el tiempo, y arreglaste con tu amigo este mundo podrido, hace tanto ya… aviva tu seso y despierta que dura muy poco la vida, ama con todas tus ganas, que lo mismo es mañana tu último día, tu último día, tu último día”. Afuuu… que el Antonio se me ha leío las Coplas del Jorge Manrique. El Champín-ñín es fanático del Manrique, no vea la carita de gozo. El Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras. Y la amenaza de la ley mordaza sobrevolando el carnavá, desarrollada en otro letrón… “la fiscalía está atenta a los carnavaleros, y está mirando con lupa mensajes y mensajeros, que aquí hay mucho terrorista haciendo chirigotas, escribiendo comparsas… que esto lo ve mucha gente, no sea que despierten de la realidad… tened cuidao con lo que habláis, lo que escribís, lo que cantáis, que nos pueden denunciar… investígueme, yo soy un pobre juntaletras pero nací donde La Pepa, la cuna de la libertad… con Cádiz, está hablando con Cádiz, no somos dos titiriteros, meta preso a todo el Falla… si hay un pueblo que no calla, ese es mi pueblo”. Ajolá este pueblo no callara. O mejón dicho, ajolá de verdad hablara y no sólo de metacarnaval, y se manifestara. Y diera bocaos. “Contrabajo ese sí que era el instumento” que quisiera Cádi, en un cupletillo y “dime cuál de los dos es tu ojito derecho”, en el otro, en alusión al pregonero y sus mellizos… A cara o cruz ese estribillo… anda, ven, que me muero, por verte en la tierra de la luz. Y ese popurrí, ayyy, popurrí… y llega el primer viajero… “tú cuenta tres por cuatro, ¡sígueme!… ¿vivir en el mundo? anda, calla, ¿en esa España Mariana?, pa ti pa mi, eso sí que da miedito, sube a la barca, te están esperando, si tienes dudas, siempre a la izquierda… aquí no hay fin ni hay principio, no hay presente ni pasado, no hay futuro, aunque tampoco lo hay abajo… tu vida empieza pero en otra vida, salta al vacío y empieza a soñar… mañana será otro mañana y despertarás, mañana traeré a tus niños a la inmortalidad, mañana los muros del tiempo de nuevo caerán, mañana, cariño, mañana, ahora descansa en paz… revivirás. Revivirás…”. Con ganitas ná más que de morirme.
Las 02.29 horas. Baja el telón. Suben los mamoneos alrededor de Eurovisión, tras la cutre-gala del otro día en la que salía elegido para representar a RTVE en Ucrania un tal Manel Navarro, entre gritos de tongo tongo… y Detergente Líquido, lavando la ropita en casa. Champín-ñín, rematamos el Arehucas-sin, sin ron, sin miel, sin palabras para ilustrar lo güeno que está, y a la nevera. Tú me buscas dos yelos y yo te localizo una frase célebre: “Pensando siempre en que hay que morirse, es uno siempre capaz de todo. He aquí un secreto”, dicen que dijo la austriaca Vicki Baum. A ver si me aclaro: en Cádi hay que ¿morir?, ¿vivir?… dormir, picha, hay que dormir. Dany Rodway DIARIO Bahía de Cádiz
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