DÍA 28 (1ª SEMIFINAL).
El pan blanco es uno de los principales problemas que tenemos en España. Lo sentencia un experto en dieta mediterránea, ya le vale, en un periódico de esos que se autollaman serios. Ni el paro endémico ni la pobreza creciente, ni los políticos corruptos y embusteros, ni los bancos ladrones, ni el capitalismo salvaje y embaucador, ni que dentro de menos de una semana habrá caducado el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (el COAC 2017), y no sabremos qué hacer con nuestra anodina existencia sin chimpúm chimpúm. Llega la quinta semana de Falla, la refinitiva, con las tres apasionantes semifinales, y el salmorejo de la final del viernes. Pero no me mojes pan, que te regañan.
Noche larga que pasó como un suspiro, como la vida, como tu vida. Con su momento, momentazo de la función, quizá del presente concurso, para la intrahistoria de Cádiz: el veterano Antonio Martín, que este año cumple cincuenta años sacando comparsas, dijo adiós en el segundo pasodoble de ‘Ley de vida’. Ni un hasta luego ni un ya veremos si eso; no, una despedida en toda regla, arrodillándose en las tablas y besándolas… Qué cosas. Pero además, en esta primera semifinal sobresalieron los pases de las comparsas ‘Los peregrinos’ y ‘OBDC. La última flor’; de las chirigotas ‘Los del planeta rojo, pero rojo rojo’ y ‘No valemo un duro’; y del cuarteto ‘Lo que el viento se llevó’. El resto del cartel estuvo muu bien, igual, aunque menos.
Pan pan gorrión. Espera, que este pasado fin de semana nos ha sorprendido otro titular pan-duro: er Kichi se moja cuando llueve. Sin dobles sentidos ni triples. Literal: er Kichi no es impermeable. Con algo menos de repercusión que nuestro idolatrado arcarde, pero con más burbujas, el Champín-ñín nos acompaña una fase más de concurso en el foso de los leones. Y se viene en plan juez, to sieso: con to lo que ha aprendido en este casi mes de coplas y jipíos en vena, se ve maduro para hacer de portero de discoteca: tú pasa, tú no pasa. El que no ha pasao ha sido el OndaCádi, se queda en diferido; to la retransmisión televisiva en diresto es pa el Canalsú, la vuestra. Maripili, arrímate… y dale a la palanca, que fluya este cronicón anti-mainstream ahogao en sí mismo, ya del tirón, sin pausas ni para ir al baño. Pero antes, un minuto para la publi del Yuntamiento de Cádiz. Eso sí es un anuncio, ome, y no el de tu hermana…
QUÉ BONITO ES VIVIR LA VIDA, LA QUE CAMINA SIN LEYES
Las 20.41 horas. Sin prisas, que el Canalsú, la vuestra, tenía unos anuncios del Coviran en la guantera de propina. Hora de viajar de aquella manera por el Mississipi recreado por Paco Mora y su ‘El vapor del sur’ tambaleante. Biodramina pal cuerpo, al ritmo de esa variante de saxofón… “yo viajaré… quiero unir mi río y tu mar, late igual nuestro corazón…”. Sin bullita ese embarque, chiquilla, qué parsimonia. Dando cabezasos en muros literales y metafóricos para comenzar el periplo, con alusión a aquel que promete levantar a cobro revertido el Trump Trump gorrión, “otro muro de las lamentaciones, para que llore la Humanidad… dando una vueltecita por tus murallas, los muros de la vida yo descubrí… muros que nos dividen y nos separan, que nos enfrentan y nos apartan…”. Integrador laboralmente entra el otro tango, recibiendo a dos compañeros que “aunque no son titulados universitarios por su discapacidad, me ensañan con sus ojos un mundo nuevo, donde encontrar trabajo es un doble esfuerzo…”. Corrección corera. Urdangarina y rabo, para rematar dos cuplés por el mismo apéndice… Sube pronto que se va el vaaaapor. Vapor que baja río abajo las ocho cuartetas de un popurrí potable que revela lo evidente, “muchos lugares que descubrí y ninguno igual a tiiiii…”. Igual el Champín-ñín, en modo juez, ya lo tiene claro: puede que el vaporcito escale en la final, o puede que no. Ya en puerto, en tierra firme, el alboroto xxl antecede el surgimiento en escena de ‘Los peregrinos’ más peregrinos de la temporada, con esas impresionantes Puertas de Tierras de corcho-pan. El Juancarlo metido a
evangelista del carnavá… “por el mundo voy caminando, como un peregrino llevo toda la vida, siempre por el margen y pisando los charcos, llegando a las verdades por direcciones prohibidas… el único mandamiento es cantar por carnaval y el único sacramento tirarse por el puente caná…”. La salvación, caminito del Falla. No me gusta hablar del menda lerenda, pero tengo el cielo reganao tras trece inviernos pa acá pa allá. Apostando por la anarquía vital, aquella que te permitía respirar como en la infancia sin pensar en ayer, hoy ni mañana… “la vida es la fábula de dos hermanos, el sueño de un dios que reparte a la suerte, a cual de los dos toca ser el tirano, y a cual el esclavo que sirve a la muerte… qué bonito es vivir la vida, la que camina sin leyes, la de la gente más sencilla, la que soñaron los reyes, la que no usa más uniforme que el de su piel de canela, la que no necesita orden, ni relojes ni sirenas… lástima de despertar de esa vida que soñaba… pero en las fábulas, el tirano siempre gana… es un castigo eterno, donde haya un gobierno, nuestra vida de acaba”. Idea más que cierta, ya soltada en otro pasodoble de aquella La banda del capitán Veneno, ¿sí?… “libre tú serás mientras las leyes no se escriban para ti, mientras conserves tu minoría de edad, y hagas las cosas porque no y porque sí… tu plena libertad, se quedó en el vientre de mamá…”. Momento flashback… Y lastimero por la emigración gaditana, ese encontronazo entre peregrino que viene para vivir el carnaval y peregrino que se va porque de carnaval sólo no se vive… “llegando a las puertas de vuestra Tacita, mirando hacia atrás entre lágrimas vivas, de Cádiz se iba otro peregrino… con rabia en el corazón, su lamento sonó… peregrino tú que envidias la suerte de ser aquí, los carnavales de nada me valen si no quiero ser un pobre más… que en la Caleta cantando ya no aguanto el temporal…”. Réquiem por un gaditano, vaya manera de sentir la sangría que vive la ciudad desde hace años, fuuuu. El pijo Borja se va superando en un cuplé, “el grado de gilipollas lo llevas de casa convalidado”, y toquesito ajín a los impuestos indirectos… el que va de peregrino como llegue en carnavales, por más que sepa el camino en Cádiz entra pero no sale. No hay cameo de la María del Monte en ese popu-homilía… “Cádiz lo tiene todo, todo lo que se puede tener, que es lo mismo que nada, el mundo a sus pies y una vida montada, montada al revés… y cuando los peregrinos llegan y pisan la tierra santa, comprueban que sin dinero ni más allá de clases sociales, los males del gaditano, desaparecen cuando los cantan… creo en ti ooh todopoderoso carnaval de Cádiz, creador del cielo inmenso de los pobres y creador de la tierra como calle… creo en la vida eterna de los carnavales”. Yo creo que creo. El Champín-ñín, en modo juez, cree que pueden rezar en la final y deben rezar en la final, ahora y siempre. Contundente. Apabullante aterrizaje de los marcianos del Vera, tercera invasión de ‘Los del planeta rojo, pero rojo, rojo’, los perroflautas del espacio sideral, con su ovni y su pares de pichas, ajá… “vuestro planeta va a caer en nuestras manos, igual que Chipiona cada verano en manos de los sevillanos… ñam ñam ñam ñam ñam”. Un pasodoble crítico con las gafas de lejos… “mientras que buscan vida ahí fuera, esa Humanidad se olvida de la vida que tiene delante… vida, si quieren buscar vida, fuera no busquen ahí afuera, mientras siguen buscando… la vida en este planeta la estáis matando”. Y ojanoso con Antoñito Martín y sus intérpretes míticos, que también llegaron de otro planeta… “nunca se me olvidará el teatro Andalucía… los quejíos verdaderos, de los dioses ochenteros… Cádiz, escuchen que eso es Cádiz, gloria y parte de la historia… soniquetes gaditanos como la misma Caleta…”. Será. Yo, saborío, como siempre me he bañao en la Victoria… Amo a quitarle gravedad, y a los cuplés: obsesión con el físico impenetrable del Paquirrín… “menos de Paquirri, es de cualquiera”; y liados con sus dos miembros, no tiene tantas ventajas, sobre todo cuando se ponen asín rectilíneos, que te quedas sin sangre en el coco… “por eso yo creo que el Antonio Burgos tiene dos pichas como nosotros”, jeje. ¿En Marte?, en Marte hay vida inteligente. Con su momento telepático ese popu, resonando fuera del Falla. A Felipe se le ha caio hasta el puro. Marte gastaíto en el adiós… “si nos ves por la calle puedes arri-marte, no hace falta que tenga que lla-marte… Vera, se te ha olvidao decir Marte, picha… ya cohemo el platillo y nos vamos pa Marteeeee”. El Champín-ñín, en modo juez, dice que pueden re-conquistarnos en la final, o puede que no… FiiiuuuuuUuuuuhhh. ‘Lo que el viento se llevó’, y saltó la levantera, otra vé. Con amago de carahaso la entrada triunfal de la parienta, la suegra y la niña gótica, que vienen del aquasherry to colorá, salvo la Tamara, que se unta la misma crema que el Iniesta… “odio los kalise”. “Cualquiera se aprende aquí el nombre de las paradas… ya no te dejo acostarte más escuchando a Marianito el Corto”, jeje. Manolo y el cuñao querían todo el domingo de deportes en la tele, pero se ve que no, otro rato en la playa, donde “nadie espeta ná… odio el levante… y el Girona”, jejeje. Parezco el Lulu, llega a soltar en algún momento el Gago horrorizándose. Con lapsus en la parodia, donde sigue dominando el ingenio, los retrueques de palabras, y lo rimao, sin salir de Cádi, y para Cádi. Cómo tocarse el papo con las dos manos, hilando los dos cupleses, el supuesto cursillo aquel para desempleadas y lo que enseñará la trianera cuando se mude a los madriles… Con otro pupurrí-tema libre antológico, con esos puntos pa revolcarse del “tiene menos papeles que La Vó… hoy voy a planchármelo bien… cuándo se va el levante Cái de mi vida… si viniera el poniente tampoco se está bien porque así hace frío…”, aaahhhhhhahahhhhh. Qué ventolera, qué cuar-te-to. Mejón o menos mejón, es el único cuar-te-to que queda. El Champín-ñín, en modo juez, ni se lo piensa, están soplando en la final sí o sí o sí o sí… me quiere no me quiere, me quiere no me quiere. Para eso no hay invento más mejón que ir deshojando la margarita, o lo que sea lo que mima el compañero Germán y su ‘OBDC. La última flor’. Obdciendo forever… “yo soy el último humano que habita en esta tierra, no sé si fue suerte o solamente mi condena, no hay más, ya no hay marcha atrás… la vida nos da oportunidad de ser el principio y no el final, y me siento tan solo que tan solo te siento, y si todo es desierto, yo camino y camino y camino…”. Más que bello holaquéhay popero de mis niños del barrio, en su segunda incursión en semis. Y camino y camino y camino… Anda, otra letra para no-ganarse los tres mil leuros que el Yuntamiento de San Fernando pone de cebo para que le promocionen gratis el aniversario fúnebre de Camarón… “vemos en carnaval a Camarón resucitado, al concursar por un talón, un homenaje natural, póstumo y payo…”, mientras en Cádiz el flamenco lo tenemos enterrado… “sin voz sin subvención y sin aliento, si es el flamenco hermano de sangre, carnavalero no hay más homenaje prestar tu voz a Arrancapinos, Encarna Nilo, Claudia Cruz o Palomar… y si tu afán es ganar ese premio, luego no cantes que Cadiz se desangra, pierde vida, y se nos está muriendo… ciérrale la tumba a Camarón, coge el talón y a silenciarlo otros veinticinco años”. Y poniéndose pan bimbo cada noche al acostarse, dándole al verso aquejado por la ausencia… “bajo la sombra, en la penumbra incandescente de mi cama, imaginándome que estás en mi almohada me vuelvo loco al recrear tu piel dorada… y cuando acaba vuelve a ser invierno… siguen tan frías mis sábanas de hambre… no hay mayor castigo ni puñal que el que me clava la nostalgia, que el del amor en la distancia”. Afú, eso tan potito y tan triste huele, tras tanta mermelada, a onanismo vía skype… En la tandita simpaticota de cupleses, el OndaCádi Radio, y su virtud de escucharse lejos lejos lejos y ná de ná cruzando ya Cortadura; y organizando la semana, dejando el viernes por la noche sin plan, de momento… Si el fin del mundo nos llegara algún día, lo bonito que sería, de tu manita agarrao. No te sueltes, niña. Este nuevo Adán barbudo y hedonista tras el reseteo del mundo se pega un popurrí de gran categoría… “si no tengo en que creer, primo mío ya estoy muerto, y he fundado esta religión sin dolor ni redención ni basado en el pecado, quien se atreva a no obedecer, la doctrina del placer queda excomulgado… quedas obligado cada día a fabricarte la alegría, que nunca sabes cuándo va a volver… eres Tacita mía la esperanza que nos queda, no hay en el mundo un rinconcito que de luz a lo más oscuro, que sea capaz de no inventarse en su agonía, que muera y resucite cada día… ay danos Cai otra vez la vida, tres mil años es tu fuerza despierta, cinco letras es tu nombre mi amor, febrero es nuestra primavera y Cádiz es la última flor”. Uuauu. Como para ser alérgico al polén. El Champín-ñín, en modo juez, canturrea aquello de te dije compañera que la vida es bella, qué peeesaaao… y que podrían renacer en la final, o no, u ajolá, y que invitaran a un cameo al Antonio Burgos… Niña, dame agüita, agüita fresca, y un intro, mi reino por un intro… Y camino y camino y camino…
LA VIDA PASA PRONTO, AL FINAL SOMOS HUESITOS Y GUSANITOS
Las 0.22 horas. Chapusón regionalista tras la cena. La soldadesca autonómica del Pardo y el Rivas canturrea ‘Por Andalucía’, al calorcito de esa fogata tan postiza como el tatuaje ese con requeteamol a la blanquiverde… “nuestra guerra sólo trabajar, nuestras armas sólo nuestras manos, y alcanzarás la libertad… todo por Andalucíaaaaaaaa”. El habla andalú cerrao, en un tango entonado ajín to cazurro… “que fácil es llamar cateto na más a aquel que sólo ha hecho currar… y por mis huevos no consiento que no se les tenga respeto a nuestros padres y a nuestros abuelos”. Con dos pares, al baño maría. Canalsú, la vuestra, ha tenío que subtitular media letra. Y dando lecciones de lo que es musiquiqui made in Andalusía… “la música de mi tierra es magia pa mi sentío, seguro que lo has sentío y no te explicas ni la razón… notas que un pueblo canta porque lo siente… que cuando canta nuestra tierra, retumban los corazones de todo un pueblo”. Se ve que por aquí por el sur no se hace ni se respira el rock, el pop, el rap o la rumbita catalana… Para los cupletillos, una piba con la hucha de las pensiones entre las piernas, y la cocina modenna para tiquismiquis y el ensachamiento progresivo de la trianera, con un doloroso “ya lo he descubrío”. Toma ya, primo. Si no has cogío ni una, picha mía, po vente más por Andalucía. “No nos unimos ni tan siquiera para votar, en el norte ellos miran por su gente, si hubiera aquí un batallón, que sin pedir independencia, sin llegar a la violencia…”, ehhh ehhh, deja caer ese popurrí de coro coro para demostrar que esa Andalusía que tanto se cita, sólo existe en los mapas del colegio… “mi Andalucía bien vale una guerra… con todo lo que tenemos, con todo lo que valemos, despertemos nuestras conciencias y dejemos como herencia mejor tierra cada día”, en el chimpón regado de papelillos, de los gordos. La papelillada es lo más consistente y creíble del repertorio. Y a barrer. El Champín-ñín, en modo juez, opina que pueden estar en la final o puede que se separte Catalunya antes de la próxima Diada. No se puede estar siempre bajo la opresión de mumá y pupá, es ‘Ley de vida’. Vaya, qué oportuno viene ahorita Antoñito Martín y su comparsa dual… “que aquí cabemos tos, con la sola condición de gaditanear… no chillar tanto pichita, que Cádi no está sorda… y que sepa el mundo entero que en Cádi hay que morir… ¿morir?, que en Cádi hay que currar y vivir, morir, vivir…”, aaaaaahhhhh, ¡¡decidirse!! El ayer y el hoy, confrontados, para terminar dándose la mano, aro. Aunque pa mí que se impone la veteranía. Medio siglo es medio siglo. Un pasodoble que arregla todos los males de EspÁña con el pleno empleo, que mientras estamos todos currando de sol a sol no estamos entretenidos en pamplinas y recortes y rateros encorbatados… “en este país de corruptos, golfos y sinvergüenzas, amparados por la ley que se inventan ellos mismos… que la cárcel está para el que no sabe robar… dando la tabarra con tanta patria y tanta bandera…”. Menos samba e mais traballar, y más hospitales y más colegios. Aro aro. Y, espera espera, que ¿qué?… ¿el adiós autohomenaje del propio Antoñito?… “perdóname Cádi mío pero esta es mi última noche, aquí se acaba la historia del niño de San Vicente… de la vida entera en una guitarra, del pregón de la Caleta… el que te cantó con el corazón gaditaneando… déjame que vuelva junto a mis hijos y mi mujer, no hagas más difícil Cádiz del alma esta despedía, yo te juro que te he entregado todo lo que tenía, y aunque ya me vaya de noche y día si tú me llamas te rondaré, igual que el Levante por tus esquinas, hay tierra mía”. Y ahí sacan a empujones de bambalinas al autor emoshionaíto, besando las tablas, con el teatro de pie enmoresío… ¿Vivimos algo histórico? El año que viene ya te digo, si eso. Fítetú el Bustelo. ¿Es un recurso meramente concursero? Si cantan el viernes te lo cuento… Más ombliguismo en los cupletillos, hablando del propio grupo y de la fealdad de uno de ellos, Kike Mayones, antes y ahora… cómo quiere que te lo diga, picha, cómo quiere que te lo diga. Y Cádi, siempre Cádi, en ese popu monotema… “empeñando tos el corazón porque Cádiz aquí somos tos…”. Kilos de aplausos, y para poner un poco más pitoso al personal, los sones de Caleta mientra cae el telón a cámara lenta. Orgasmos fallero colectivo. Simbolismo total, muriendo en la Caleeeeeetaaaaaa. Hasta el Champín-ñín nota ya algún vellito de punta…, en modo juez dice que puede que estén en la final, o puede que si dice lo contrario le destierren a Tomelloso… Qué bote el de las gafas, qué bote el de las gafas. Se mantiene el teatro caldeado, y con ganas de chuches… Canijo, conviaté a unas gomitas. ‘No valemo un duro’, no ni ná. Recurriendo a las golosinas del tipo para afear amargamente, vaya paradoja, la indolencia de esta tierra… “Andalucía, no es sólo pasarlo pipa y ponerse como el kiko… una tierra que yo no sé cómo no ha explotao… donde hasta los palos le saben a fresa… con un panorama tan negra y oscuro, que si mi gente no muerde por mi tierra blanca y verde, es que no valemo un duro”. Y un canto al amigo de juventud que la mierda de vida adulta te hace casi perder, para un segundo pasodoble… “que del día a día hemos ido pasado al de tarde en tarde, al de vez en cuando… quiero que volvamos a hacer el gambero, ojalá pronto te vea y no se pa abrazarnos en un entierro”. Pum. De cupletillos, el kiko se presenta al casting de la Voz, y el Urdangarín con pasa-ratos en la trena…, ajín ajín. ¿Te gustan las chuches?, ¿sí?… po tengo un paquete pa ti. Ole ole la pipa de la paz. Vamos a ese pupurrí no apto para diabéticos, con culmen enorme, marca de la casa… “que la vida pasa pronto, que al final somos huesitos y gusanitos… despierta tu niño interior… la vida es para vivirla, no para subirla a las redes, que un sentimiento no ocupa ciento cuarenta caracteres… que los amigos se cuidan, no solamente se agregan… se nos olvida jugar, se nos olvida vivir”. El Champín-ñín se me vuelve a emoshionar, esta noche no ganamos para clínex… y en modo juez sentencia que pueden pasar a la final, o puede que practiquen canibalismo con ellos mismos enfrente de la tele… Ayyyy, que esto se acaba, primo, y que mejón que hacerlo por arribita, nos subimos a ‘La azotea’ neuronal de los Carapapa, con el Falla, todavía, a punto de ebullición gracias el gafa, en uno de los palcos… Se encendió la bombilla, amo a escuchá… “que revienten las calderas, hagamos una comparsa que huela a Cádiz por los cuatro costaos… mezclando melodía y poesía, ironía, sentimiento y rebeldía… bienvenido a la azotea”. Dándole vueltas al coco. Un pasodoble ¿fanta naranja o fanta limón?, con la infanta mangante de prota… “ya que eres libre, haz las maletas, pero antes de irte haz cuentas… qué suerte tuviste Cristina naciendo en palacio, con la vida resuelta… márchate pero nunca reniegues del país que te dio lo que eres… y si vuelves no se te olvide de besar el suelo”. Ira, como Martín. Ira ira, y el segundo se lo cantan de la calle San Vicente, homenaje en la madrugada precisa, usando nombres de comparsas de esta temporada, uy, eso novedoso novedoso… “eres patrimonio de los gaditanos, está muy claro que un ángel de Cádiz te ha bendecío, bendita sean todas las coplas que tú has parío… y que sigas cantando como se ve Cádiz desde tu azotea”. Batiendo un cuplé con el Trump Trump, gorrión, y el Bertín Osborne; y otro subrayando lo guarrete que es el entrenador alemán. No sé que ha hecho este Joachim Löw para tanta escatología reconcentrada… cómo no voy a acabar loco loquito de la azotea. El proceso creativo alrededor de una nueva cumparsita, en ese popu inspirado, y ya está aquí, este es el resultado… “la que siempre se rebela, la que nunca se arrodilla, la que canta mi verdad… y si otro carnaval te vuelvo a escribir, te vuelvo a cantar, será que sigo mal de la azotea, no lo puedo remediaaaaar”. El Champín-ñín, en modo juez, sospecha que puede que no estén en la final o puede que no este en la final. Y sale huyendo. Cobarde.
Las 2.51 horas. Baja el telón. Bajan las pulsaciones. Función de emociones fuertes. El Champín-ñín, con toga y todo, se ha corrido la calle Sacramento en menos de ocho segundos, y va por Candelaria. Se queda sin nana, y sin frase célebre del día: “Saber envejecer es la obra maestra de la cordura y una de las partes más difíciles del gran arte de vivir”, dicen que dijo el suizo Henri-Frédéric Amiel. Lo que queda de noche la envejezco tumbao en la Caleta, a ver si se me pega algo y al alba también puedo gritar… yo nací caleteroooo. Dany Rodway DIARIO Bahía de Cádiz
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