La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares celebró en la mañana del domingo día 2 una nueva Marcha a Rota, la número 29, bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’. En esta ocasión partía desde el Parque Calderón de El Puerto de Santa María, camino de la Villa, congregando, según los convocantes, a unas 2.000 personas. Wendy Barranco, activista estadounidense de Veteranos de Irak contra la guerra, intervino al finalizar la protesta pidiendo el desmantelamiento de las bases militares de EEUU y el retorno de sus compatriotas a la vida civil. Un año más se repulsa estas instalaciones “por lo suponen de prepotencia y violencia, ejercida desde el poder patriarcal, económico y militar”.
La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares celebró en la mañana del domingo día 2 una nueva Marcha a Rota, la número 29, bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’. En esta ocasión partía a mediodía desde el Parque Calderón de El Puerto de Santa María, camino de la Villa, donde finalizaba sobre las 14.30 horas, congregando, según los convocantes, a unas 2.000 personas. Wendy Barranco, activista estadounidense de Veteranos de Irak contra la guerra, intervino al finalizar la protesta pidiendo el desmantelamiento de las bases militares de EEUU y el retorno de sus compatriotas a la vida civil.
Este 2014, la convocatoria se realizaba bajo un incremento del escenario bélico: los bombardeos contra Palestina, la agresiones cometidas por la OTAN en Oriente, haciendo uso estratégico de las base de Rota, Morón y Gibraltar, o la tensión generada en Europa por los diferentes polos capitalistas, UE-EEUU y por otro lado la Federación Rusa, se unen este año a las guerras iniciadas a lo largo y ancho del planeta. Además, adquieren protagonismo en estos días los anuncios sobre el uso de las bases de Rota y Morón, por las tropas de EEUU que “combatirán el Ébola” en África. Lo que “suma una amenaza sanitaria, a la ya de por sí grave amenaza bélica”.
“Venimos un año más a manifestarnos no para cumplir un trámite, ni para salvaguardar una tradición de la izquierda. Volvemos a esta Marcha porque nos sobran los motivos para ello. Sentimos la necesidad de visibilizar, con esta XXIX Marcha, nuestra indignación y más profunda repulsa a la permanencia de esta base americana. Repulsa que desde aquí hacemos extensiva a la permanencia de todas las bases repartidas por el mundo por lo que suponen de prepotencia y violencia, ejercida desde el poder patriarcal, económico y militar”, señala el inicio del manifiesto de este año.
“No vamos a caer en el desaliento –sentencia este comunicado-. Vamos a seguir exigiendo que se desmantelen las bases, el lugar donde empiezan las guerras. Hemos visto salir aviones cargados de bombas con destino a países como Irak, donde morían millares de inocentes. No vamos a callarnos ante la llegada de nuevos barcos de guerra. Vamos a seguir luchando por la justicia y apoyando luchas similares en otros lugares del planeta. Vamos a apoyar la lucha de las mujeres por una verdadera igualdad. Vamos a apoyar a los jóvenes que se resistan a la militarización de la juventud promovida por tantos poderes. Vamos a seguir trabajando en una solidaridad con los pueblos basada en la justicia, contra el expolio de los países empobrecidos. Vamos a apoyar a todos y todas los que luchan por su dignidad y sus derechos, por una lista de derechos que hay que reescribir. Seguiremos apoyando movimientos y revueltas de liberación ante tantas esclavitudes y usando como medio la desobediencia civil”.
“Seguiremos gritando ‘No a la guerra’ cuando lancen bombas sobre Siria, Palestina, Irak… Y a los vecinos de las bases les seguiremos diciendo de forma cordial pero con firmeza: Rota, El Puerto, Morón, alguien os USA para sus intereses mezquinos”.
La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares está compuesta entre otros por IU, Unión de Juventudes Comunistas de España, Partido Comunista de los Pueblos-Andalucía, CGT, Nación Andaluza, SAT, Ecologistas en Acción, Madres contra la Droga Andad y Red Antimilitarista y Noviolenta de Andalucía, entre otros colectivos y entidades.
“NO ENTIENDEN LA IMPORTANCIA DE ESTA INSTALACIÓN”
Ante la marcha convocada el domingo, Roteños Unidos quiso salir a la palestra para manifestar su apoyo a esta instalación militar, al considerar que su presencia “ha sido positiva para Rota y toda la Bahía de Cádiz en las últimas décadas”.
Este partido independiente local, que cogobierna en el Ayuntamiento junto al PP, afirma que los ciudadanos de Rota “viven con normalidad desde hace años la presencia de la base, y desde su implantación solo ha producido beneficios, ya que genera un gran dinamismo económico y centenares de puestos de trabajo para nuestro pueblo y localidades vecinas”.
Y se añade que actualmente, y desde el anuncio de la implantación del escudo antimisiles de la OTAN, “las expectativas de empleo y económicas generadas” han propiciado la puesta en marcha por parte del Ayuntamiento de la iniciativa “Welcome to Rota’, “con la que se pretende profundizar en las ya excelentes relaciones con los militares norteamericanos que prestan servicio y viven en nuestra ciudad, y los roteños en general”.
RRUU resalta además tanto el papel militar que la base cumple “para la defensa nacional”, como la “cada vez mayor relevancia” que los ejércitos están realizando en “misiones humanitarias y de paz en zonas afectadas por catástrofes o zonas en conflicto para garantizar el mantenimiento y protección de los Derechos Humanos”.
Por todo ello, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, este partido interpretaba que los convocantes de la XXIX Marcha a Rota “no entienden la importancia de esta instalación, ni se interesan por garantizar el futuro de la ciudad y de la Bahía, una zona enormemente castigada por el desempleo y que en los últimos años hemos visto como empresas multinacionales como Visteon o Delphi, han cerrado o trasladado sus instalaciones dejando en el paro a muchos trabajadores”.
Ante estos argumentos de RRUU, en el manifiesto de la Marcha se anota que “el pensamiento libre se vuelve un enemigo público mientras se difunde la mentira a través de los medios de comunicación, y se oculta o se deforma la realidad. Por ejemplo, el escudo antimisiles de Rota, de gran valor estratégico para EEUU, se nos quiere vender como la solución a los problemas económicos de gran parte de la provincia de Cádiz y una solución al paro estructural, cuando en realidad nos convierte en más súbditos de una tiranía”.
29 AÑOS GRITANDO “BASES NO, OTAN FUERA”
Este año han sido entre 1.000 y 2.000 personas las personas que han respondido a la ya tradicional llamada a participar en esta Marcha a Rota. Pero esta protesta anual ha llegado a alcanzar los 15.000 asistentes, como el año de la Guerra de Irak.
Desde 1984 se lleva a cabo anualmente esta manifestación, un proyecto-reivindicación de los movimientos pacifistas, sindical, feminista, político de la izquierda de Andalucía que tuvo su eclosión en 1986 coincidiendo con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Otros momentos claves fueron 1991, durante la primera Guerra del Golfo (con el envío de unidades españolas a la zona y el momento álgido de la campaña de insumisión); 1997, cuando el primer gobierno Aznar decide que el Estado español ingrese en la Estructura Militar Integrada de la Alianza Atlántica, violando así el resultado del referéndum de 1986; y 2003, con el inicio de la invasión militar de Irak por parte de EEUU y Reino Unido.
El convenio de Defensa y ayuda Económica Mutua fue firmado por los gobiernos de España y los EEUU el 26 de septiembre de 1953 con una vigencia inicial de 10 años, que sería sucesivamente prorrogado hasta ahora, que se prolonga anualmente. Uno de los puntos de este primer acuerdo es el establecimiento en el territorio español de un sistema de bases permanentes de uso conjunto pero bajo mando español. Sin embargo, en el mismo texto se reconoce la existencia de zonas de uso exclusivo de EEUU que, en la práctica, se han convertido en zonas secretas cuya utilización es desconocida para los mandos españoles de las bases. Ahora se ha modificado para permitir el despliegue de cuatro destructores de la Marina estadounidense, integrando esta instalación compartida por ambos países en el cuestionado escudo antimisiles de la OTAN, que se ‘vende’ como un presunto bien económico y social para la Bahía de Cádiz, mientras se esconde que convierte un poco más a la zona en objetivo militar.
La base roteña comienza a construirse en abril de 1955, sobre 2.400 hectáreas en una zona de costa entre los términos municipales de Rota y El Puerto, frente a la Bahía, a 90 kilómetros del estrecho de Gibraltar. Está rodeada valla metálica y una carretera de circunvalación de 26 kilómetros de perímetro.