¿Miedo?, yo creo que no, digamos que cierta preocupación la que me produce las actuaciones en público de Jorge Fernández, el numerario ministro del Interior -creo que eso «del interior» no va por ministro de las almas de dentro, que es lo que le gustaría de verdad-, y Pepe Blas, insigne senador, y vice Teo en Cádiz. Digo actuaciones porque es lo que los políticos hacen, pero de verdad, lo que creo, que en el caso que me ocupa o preocupa no son actuaciones. Creo que esos ojos desorbitados, esa boca retorcida, esa salivilla en la comisura de los labios cuando el primero habla de medidas preventivas para ‘acabar de raíz’ con el terrorismo yahidista -posiblemente se refiere al interrogatorio de chavales de ocho años como en Francia-. En el caso de Pepe Blas esa pose la adquiere cuando lee a Pepe Pettenghi o se refiere a algún video de Karlos Puest.
Pues no, como decía antes, yo no creo que estén actuando, ya que esas caras yo las he visto en alguna ocasión cuando se te oprime un huevo estando sentado, sí, esa cara al sentir un dolor casi insoportable cuando queda oprimido entre la pierna y el calzoncillo, pero en el caso de estas dos místicas personas se multiplica, se eleva a una potencia poco imaginable, ya que, ministro y senador casi seguro que utilizan cilicios vez otras marcas de calzones, calzoncillos o bragas como ropa interior, lo que eleva en la misma proporción su estado de santidad permanente.
Bueno, vale ya, vamos a dejarnos de caras de sufrimiento interior que ya estamos en época pre-electoral y hay que lucir las mejores de las sonrisas. Llegó la hora de prometer lo que sea, lo importante es prometer. En Cádiz, que como en muchos sitios ya se les han visto plumas y plumeros, la novedad es un paseo por el nuevo puente sin terminar. No aclaran si en trenecitos como los que van en verano al castillo de San Sebastián, o así paso a pasito se baja y sube. Mientras Fran y su equipo técnico (creo que les gustará que les llame así, sin decir que son del PSOE) rabian de envidia por no ser ellos quien hacen de guía en estas visitas, y que las hagan los NNGG boys como en la gran regata del Bicentenario, eso sí, no se plantean si está justificada la inversión de esta faraónica obra; todavía está por ver un cuadro de la rentabilidad de la inversión para la ciudad. ¿Desviación de presupuestos y sobrecostes ? Mejor no hablamos.
A propósito de “Fran y su equipo técnico”, me da la impresión que, sin entrar en la fidelidad de curriculums y quehaceres, nadie le ha dicho qué técnicos y funcionarios tiene ya el Ayuntamiento, además excelentes profesionales por cierto, y que estamos en una elecciones po-lí-ti-cas.
Mientras tanto, busco en la Wikipedia términos como el de confluencia, mayoría social de progreso, y escucho una especie de música de fondo que suena como un reloj: TIC, TAC, TIC, TAC, TIC… DIARIO Bahía de Cádiz