CRÍTICA. La sesión matutina de la jornada dominical del XII Festival estuvo agraciada, favorecida por el renombre de la Orquesta Barroca de Sevilla. La composición del público asistente, más que notable para un concierto de estas características, devino en un cambio de carácter respecto al habitual en las sesiones de la tarde-noche; un público que aportó un agradable ambiente festivo, bullicioso y animoso, pero que provocó interrupciones innecesarias para aclamar la interpretación de cada parte. Justo premio por lo demás a la impecable ejecución de las piezas, aunque la breve plantilla instrumental impidiese el lujuriante brillo tímbrico y cautivadora sonoridad de esta orquesta al completo.
Los solistas de la OBS se acercaron al límite más cercano de su ámbito de referencia, al momento crucial en la historia musical, cuando los nuevos estilos galante y sentimental lanzaron puentes al gran cambio dieciochesco: el estilo clásico. El objetivo del concierto tenía el propósito de cubrir el vacío en la programación musical habitual que transita sin continuidad desde la gran escuela polifonista del siglo de oro español hasta el nacionalismo musical de finales del XIX y su continuación en la historia del pasado siglo.
En el programa tuvo un peso decisivo los trio-sonatas de los hermanos Pla, que abrieron y cerraron el concierto. La sencilla estructura de la sonata en trío, consistente en el diálogo de dos instrumentos melódicos superpuesto al acompañamiento en bajo continuo, permitió el desarrollo de diversas combinaciones de la música de cámara del Barroco en adelante, por ampliación y reducción de la plantilla. Gracias al trabajo de divulgación de ensembles y orquestas como la barroca sevillana, se reviven hoy algunas de las composiciones para trío del siglo XVIII en España, que los investigadores cifran en medio millar.
En la interpretación de los trio-sonatas de los Pla, las evoluciones melódicas del dúo violín y flauta como voces superiores en contraste con el siempre expresivo violonchelo de Mercedes Ruiz impactaron por su brillantez sonora, especialmente en el trío-sonata de cierre. La indudable calidad técnica de los músicos salvó la apagada sonoridad de las sonatas del resto del programa, vividas con entusiasmo compartido tanto por músicos y público; especialmente, el cello resaltó la lucidez compositiva de Boccherini en su sonata. La interpretación de la sonata que el toledano Cavazza compuso para sí mismo en la Capilla Real de Madrid, fue el momento estelar en la flauta travesera de Guillermo Peñalver, que deleitó con su virtuosismo instrumental. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
FICHA DEL CONCIERTO:
XII Festival de Música Española de Cádiz
La Sonata Española. Solistas de la Orquesta Barroca de Sevilla. Alexis Aguado, violín, Guillermo Peñalver, flauta. Mercedes Ruiz, violonchelo. Ventura Rico, contrabajo. Alejandro Casal, clave. Programa: Joan Baptista Pla (ca.1720-1773) y José Pla (1728–1762) Trio-sonata nº 2 en Re menor, de las 6 Sonatas for Two German Flutes, Violins or Hautboys with a Bass for the Harpsichord or Cello (Londres, 1754). Francisco Manalt (ca.1710-1759) Sonata. Luigi Boccherini (1743-1805) Sonata. Manuel Cavazza (?-1790) Sonata de Flauta Travesera sola y Baxo para la Oposición del año de 1777. Joan Baptista Pla y José Pla Trio-sonata nº 3 en Fa mayor, de las 6 Sonatas for Two German Flutes, Violins or Hautboys with a Bass for the Harpsichord or Cello (Londres, 1754).
Lugar y día: Gran Teatro de Falla de Cádiz, 23 de noviembre de 2014, 12:00h. Asistencia: tres cuartos de entrada.